El incorregible Bill Murray

Es posible pensar que la comedia recondujo la juventud de un William James Murray al que, a sus 20 años, acababan de expulsar de la Universidad de Denver tras ser arrestado por posesión de marihuana (de niño había sido ya expulsado de los Boy Scouts y de la Little League, que son lo que nosotros conocemos por las pelis como las ligas menores de baseball). Pero yo creo que es la comedia la que se recondujo gracias a la providencial afición de Murray por la transgresión de las normas (y el gusto por las drogas blandas).

Se enroló entonces con una compañía cómica de improvisación, trabajó para la radio y el doblaje, hasta que le llegó la fama a través del programa de la NBC Saturday Night Life cuando entró en plantilla para sustituir al plasta de Chevy Chase, que dejaba el programa para poder torturarnos desde la pantalla grande.

En 1979 se estreno su primera película, «Los incorregibles albóndigas (Meatballs)»,uno de los primeros ejemplos de lo que los americanos llaman «slob comedy» ( y que digo yo que será lo que nosotros llamamos «comedias gamberras»), en la que interpretaba ya el que sería su papel habitual: un caradura encantador, sarcástico y carismático, que permanece aparentemente impasible ante cualquier circunstancia con una irónica sonrisa.

Durante la década de los ’80, su popularidad alcanzó la categoría de estrella gracias a éxitos como «El club de los chalados (Caddyshack)», «Los cazafantastas (Ghostbusters)» (…Who you are gonna call), o «Los fantasmas atacan al jefe (Scrooged)»; y pudimos ver su cara de cráter en otras comedias de cierto interés como «Tootsie» o «La pequeña tienda de los horrores «The little shop of horrors«.

Pero aunque ya antes había hecho algún intento de diversificar su registro, fue en los ’90 cuando participó en auténticas joyas de la comedia como «Atrapado en el tiempo (Groundhog Day)» (que no, que no se titula «El día de la marmota»…) o «Ed Wood«. Además comenzó su colaboración con Wes Anderson.

«Atrapado en el tiempo» es una de esas pelis que vuelves a ver siempre que te la encuentras zapeando un domingo por la tarde. Parece que las peripecias de Phil Connor en Punxsutawney (vamos, Pansatonic) durante un obsesivo 2 de febrero no nos cansan. De hecho me da la sensación de que a más de uno le gustaría tener la oportunidad de poder «ensayar» un poco en lugar de que cada cosa que haces en la vida pase a ser la «versión definitiva de una gran cagada».

En «Ed Wood» (sin duda lo mejor de Tim Burton), Murray interpreta a Bunny Breckinridge, un actor y drag queen que nunca ocultó su homosexualidad ¡y que llegó a plantearse el cambio de sexo en los ’50!, imprimiéndole al personaje la dignidad y distinción que requería.

Las películas de Wes AndersonRushmore«, «Los Tenenbaums«, «La vida acuática de Steve Zissou (Life Accuatic)» y «Viaje a Darjeeling«) parecen perfectas para la fingida inexpresividad de Murray, donde parece que ésta se contagia al resto de personajes en unas historias a las que, francamente, no les pillo el hilo del sueño que me dan. Que digo yo que para qué quiere Anderson esos repartos si después les pide a todos que pongan cara de sonámbulos…

Pero el espaldarazo definitivo le llegó ya en el siglo XXI al bueno de Billy con «Lost in Translation«, en la que básicamente hace de sí mismo, y por ello se llevó un Oscar (lo que no significa gran cosa) y un puñado de buenas críticas (que tampoco sé yo…). A mí, la verdad, la peli me hace sentir a ratos lista y a ratos totalmente estúpida y estafada por la niña Coppola


Donde no me esperaba encontrar a Murray, haciendo más de sí mismo que nunca (literalmente, de hecho), es en «Zombieland» (grandiosa comedia y una de las mejores cintas de muertos vivientes que se han hecho).

Haciendo todo este recorrido por su carrera me he dado cuenta de que:

  1. Bill Murray, en realidad, ¡no es nada gracioso! O por lo menos no soy capaz de recordar un momento en su filmografía que me haya hecho reír y sin embargo sus películas dejan un poso de comedia (aunque también otro de amargura…)
  2. Tampoco es muy buen actor, o no puedo recordar una gran interpretación suya, esa interpretación memorable que me haya emocionado. De hecho casi todo lo que hace es ponerse ahí delante de la cámara y ser Bill Murray mientras recita sus frases (pero si está en el reparto me apetece ver la película aunque después a veces me decepcione).
  3. Nuestra debilidad por algún artista tiene mucho que ver con cosas irracionales que es difícil explicar.
  4. En contenido de esta entrada es poco probable que interese a mucha gente más que a aquellos que sufran de debilidad por actores supuestamente cómicos y dudosamente atractivos con filmografías parcialmente olvidables.

2 Responses to El incorregible Bill Murray

  1. Anonymous says:

    Pues a mi me gusta mucho… Estoy seguro de que te reistes en Groundhog day mas de una vez 🙂 H.

  2. MONIDALA says:

    No, no me malinterpretes, a mí me encanta Billy.Y Groundhog me parece que está en el top 10 de las mejores comedias de la historia (aunque soy incapaz de recordar un momento en que me riera, eso debe de ser que toca volver a verla!).

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