Mi primer meme ¡chispas!
30 junio, 2010 5 comentarios
Cine y otras adicciones crónicas
30 junio, 2010 5 comentarios
30 junio, 2010 2 comentarios
Cuando hice el test de Facebook «¿Qué personaje de Friends eres?» me salió Rachel, es decir, superficial y frívola.
Chandler rompiendo el hielo…
Es que no sé qué pasa, que por mucho que pose, cuando por fin el fotógrafo dispara (que hay que ver lo que tarda alguna gente en hacer una foto, por dios, que se creen Ouka Leele) se me cierran los ojos y pongo cara de chino haciéndose el sueco cuando le estás diciendo que te ha cobrado un arroz tres delicias de más.
Lo mío no lo arregla ni Annie Leibovitz….
No me digáis que no es para acordarse de la madre que parió a Robert Capa.
Yo también trabajo con Robots….
En resumidas cuentas, si el resultado del test hubiera sido: graciosilla insegura, sin fotogenia pero con un trabajo inexplicable, me hubiera quedado mucho más contenta.
Qué cosas…
27 junio, 2010 1 comentario
El Peri no ha venido. No hay problema, surge un espontáneo: el Milupa se deja maquillar al estilo de la ópera de Pekín versión «la 70». Su novia disfrutando en plan sádico mientras le ponemos los ojos como a Amy Winehouse.
La policía hace acto de presencia en el parking piscinil pero se limitan a analizar un poco la situación antes de preguntar qué vamos a hacer. Cuando les dicen que vamos a rodar un corto se van tan tranquilos después de desearnos que lo pasemos bien. Qué enrollados!
Mientras tanto, los puestos ya están montados así que empieza el rodaje. Valero, megáfono en ristre, empieza a dar instrucciones.
Comenzamos a deambular por el mercadillo, pero no es posible dar un paso sin lanzar una carcajada (imagínate a 40 personas vestidas de chinos):
Hay que repetir muchas veces porque todos estamos partiéndonos o mirando a cámara. Al final parece que ya nos vamos acostumbrando y nos ponemos en plan «pro».
Me toca decir mi frase. Oye, pues como que me ha sabido a poco…
Al final sólo hemos podido grabar la mitad de escena, así que habrá que volver… Recogemos todo, que no queremos problemas y nos vamos a casa después de liquidar el cátering.
Lo peor: el barro y que se me ha roto la mesa de picnic (claro, con cuatro tíos como castillos sentados fingiendo comer espaguettis, no me extraña, pero bueno, qué se le va a hacer…)
Lo mejor: volver a ver a un montón de gente y echarnos unas risas gloriosas (Toño, el Javi, etc.)
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Valeroartes strikes back!
Kung Fu Movie: Segunda sesión colectiva
20 junio, 2010 9 comentarios
Acabo de revisitar (los cinéfilos no volvemos a ver las películas sino que las revisitamos, somo así de pedantes…) esta peli de culto adolescente en este el año de su vigésimo quinto aniversario. No sé deciros si está pasada de moda o sigue vigente: a mí me sigue gustando y no puedo ser demasiado objetiva…
El Director Vernon como sosias del también sufrido Skinner.
El caso es que esta comedia en realidad intrascendente ha pasado a la historia y forma ya parte de la cultura pop (yo me enteré por un artículo de Mariló García- y aprovecho para recomendar fervientemente su blog
http://yonomeaburro.blogspot.com/ -en la Cinemanía de Mayo, y he encontrado algunas cosillas más para ampliar el tema).Este rapero también forjó su tierna pubertad a golpe de pelis teen en los ochenta:
Ni siquiera el mundo del comic se ha olvidado de la película:
Por Michael Rosenthal
Del Betablog de Brandrepublic
De la Galería de Etchasketchist
Por Jay Ryan
Por Madaboutmovies
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19 junio, 2010 2 comentarios
Ayer por la tarde un colega al que estoy echando una mano con el formato de su guión me recomendó una película que no conocía «sobre un tío que juega videojuegos, pero que es mazo profunda». La verdad es que estuvo a punto de pasármela (me dijo: «La tienes que ver» ) pero nos pusimos a hablar de otra cosa y a los dos se nos olvidó el tema hasta que estaba yo ya en la escalera y él en la puerta despidiéndome: «Bueno, te la paso otro día».
17 junio, 2010 6 comentarios
El descubrimiento de Pearl Jam me pilló en ese pequeño infierno lleno de inseguridades y esperanza conocido como Secundaria. Mi primo David, que es tres años mayor (cúanto se notaban a veces esos tres años y poco otras…), nos trajo a casa el «Ten» en vinilo y mi hermano se lo grabó en una TDK que tenía por la otra cara Alice in Chain (de los que siempre me atrajo esa oscuridad sin límites). Son incontables los viajes en coche y las «post raves» (o mañanas de bajón) que habrá amenizado esa cassette en años sucesivos.
Si Nirvana se adaptaban como un guante al lado más depresivo de finales de mi adolescencia, Pear Jam eran la rabia, la rebeldía y el grito de batalla encarnado en la voz de Eddie Vedder. Era una época en la que todo estaba por escribir, donde cada experiencia era «la primera vez», donde te sentías atrapado entre la multitud de opciones porque TODO ERA POSIBLE.
Entonces había que tomar decisiones, aceptar desengaños, asumir los errores, pedir perdón, ya sabéis… madurar. Y este es el camino que han seguido también en paralelo Pearl Jam, negándose a permanecer anclados a un estilo a medida que sus propias vidas les llevaban por diferentes caminos.
«Yield» coincidió con la llegada de una nueva esperanza una vez alcanzado ese punto en que, tras sucesivas crisis de identidad, acabas por reconocerte a ti mismo y empezar a querer (vale, sí, siempre con algún toque de autocompasión) a esa persona bastante perdida y que, como Walt Whitman, alberga multitudes, que eres tú mismo.
Pero esos momentos de lucidez se vuelven a ver enmarañados entre la multitud de sucesos de finales de los 20 y principios de los 30, periodo en el que te acaban pasando las cosas que definen lo que será el resto de tu vida: trabajos que acaban por dibujar qué será tu carrera; relaciones (cortas, largas, one off; tormentosas, felices, carentes de sentido) que te marcan emocionalmente; amistades que pasan y amistades que perduran; viajes y experiencias que te enriquecen o que te llevan hasta límites inesperados…
De esa forma cuando en los 30 echas la vista atrás, descubres que además de tus grandes éxitos tienes una colección de rarezas y caras B dignas de un recopilatorio, algo así como tu «Lost Dogs» particular.
Y la vida sigue, y el mundo cambia, y la movida en el nuevo siglo está en Internet, y los Pearl Jam que son muy cucos, editan allí sus discos; y yo, que siempre llego un poco tarde a todo (pero hay que saber llegar, como dice la Ranchera) he empezado a dejar de ser sólo usuaria para tratar de aportar algo y de paso seguir rayando a mis amigos, ahora en formato digital.
Una nueva reinvención de mí misma, una nueva etapa, un nuevo comienzo («back again and back again«) y por supuesto, una nueva esperanza para seguir soñando y para creer que la vida será aquello que queramos que sea(o que la juventud, como época de aprendizaje) puede durar aquello que queramos que dure.
[Sé que me he puesto un poco nostálgica y oscura (casi Emo) así que rezo porque no se topen en mi camino Radiohead…]
Si os interesa hacer este viaje por vosotros mismos (y echar alguna lágrima en memoria de vuestra inocencia perdida), aquí tenéis el programa listo para escuchar.
16 junio, 2010 Deja un comentario
14 junio, 2010 1 comentario
El capítulo acaba con el parto clandestino de Pamela sobre la mesa de billar de un bar, asistido por los demás cónyuges de militares que os acabo de describir, y algo me dice que esta experiencia traumática les unirá para siempre en una piña de amistades entrañables. Por cierto, los bebés que nacen son negros.
Puede que te guste si: te gusta «Mujeres desesperadas».
No creo que te guste si: tienes pene.
La verdad es que nunca me enganché a «Mujeres desesperadas« ni a «Cinco hermanos» (a pesar de haberlo intentado alguno de esos veranos en los que se ponen pesaos pesaos); «Anatomía de Grey« jamás la pude ver empezar, con lo que no empecé; tuve que dejar de ver «Mujeres de Manhattan« cuando la cosa empezó a desvariar más allá de la novela de Candance Bushnell; «Cougar Town« me pareció demasiado reaccionaria y con «Cashmere Maffia« ni lo intenté. Lo que quiero decir es que no he seguido una serie orientada al público femenino desde «Sexo en Nueva York«, así que «Army Wives« lo tiene chungo conmigo, pero si me acuerdo veré el segundo episodio.
La emiten en Cosmopolitan a las 19:00 horas, pero los que no veáis este canal ya sabéis que la podéis disfrutar también en vuestro proveedor de series gratuitas online habitual ; p
11 junio, 2010 4 comentarios
Resulta que me llama Charlie (aka Susan Sarandon) y me dice que tiene entradas para ir a ver a esta tía en el Palacio, y que va a ir con otros cinco elementos sorpresa, y disfrazaos para más inri. Aunque lo de los disfraces me da que va de farol, yo embido (menuda soy yo, que me apunto a un petardeo…)
Total, que me pongo a buscar entradas en la red y nada, por ningún sitio, y yo: «What‘s the buzz? Tell me what‘s happening?» hasta que averiguo (vamos, Lisbeth Salander es ya más referente para mí que La Pasionaria) que es que los elementos sorpresa habían comprado las entradas en la preventa que fue el día anterior y que hasta el día siguiente no empezaba la venta ordinaria (y tú japuta!). Joer, cúanto misterio marketiniano…
Mientras espero al día siguiente me pongo una playlist de Goear. Sí, algunos temas ya los había escuchao, pero no sabía ni que eran suyos (necesito un refreshment musical de urgencia por lo visto porque estoy gagá, pero en plan senil) y parece que no están mal… Al rato ya me estaba empezando a obsesionar con «Bad Romance» y a los dos ratos montando coreos con «Boys boys boys» (si Sabrina Salerno levantara un pecho…)
Una cosa llevó a la otra, y me busqué unos videos en Youtube: MUY FUERTE. Pero, ¿esto lo sabe la gente? Va a ser que sí, porque las entradas para el concierto de Barna se agotaron en 24 horas… Me entra la paranoia, seguro que no voy a conseguir entrada; lo que empezó en curiosidad se convierte en necesidad (bueno sí, soy obsesiva compulsiva, como si no lo supierais!!).
Llegan las 10:00 de la mañana de mañana y empiezan los nervios (todavía no! que eso son los cuartos! ah! qué susto!) y el mensajito de «Hay demasiados usuarios conectados, inténtalo más tarde (te jodes)». En el siguiente intento consigo llegar al momento «medio de pago». Me fallan las tarjetas (me cagontó, ¿a qué les hago Suppression?), me hago un lío con los números y con el dígito de control (abuelita Whitechapel en acción!) y por fin: «Su reserva se ha realizado con éxito».
Mira que sombrero más apañao se ha hecho con una cigala que le sobró de la paella…
Uf, vaya alivio luto… Ahora sólo tengo que aprenderme las canciones del disco y medio, estudiarme todas las coreografías, partirme el culo con los diversos estilismos y por supuesto, pensar en qué me pondré para el evento: como quedan 6 meses me da tiempo, pero no hay que descuidarse…
Os esperan 6 mesecitos de órdago porque pienso analizar todos los videos como si fueran pelis de Antonioni (un plasta ese tío, by the way…)
Por cierto, ¿tú vas a venir? ¿qué has pensado ponerte para la ocasión?
9 junio, 2010 6 comentarios
44# La lluvia y la peluquería (y no es una peli de Polansky).
Al igual que la probabilidad de lluvia es directamente proporcional a la proximidad de tu última visita al auto lavado, acudir a la peluquería para que te hagan un alisado a conciencia (de esos que sólo manos experimentadas y luxadas por el manejo del cepillo pueden conseguir) es casi lo mismo que ponerse un penacho de plumas y empezar a entonar cánticos al ritmo de los tambores.
Mi teoría de porqué en las bodas suele llover siempre es que la culpa es de las mujeres que han ido a la peluquería el día antes (tampoco ayuda que todas llevemos unos zapatitos carísimos, incomodísimos y forradísimos en raso que ni Luis XIV se atrevería a llevar a no ser que lo fueran a transportar bajo palio).
De la lluvia (o simplemente humedad, razón por la que los paraguas son inútiles en tales circunstancias) al encrespamiento sólo hay un paso, así que sólo nos queda esperar a que la moda capilar Furby empiece a considerarse «absolutamente moderna» para poder relajarnos a la salida de iglesias y juzgados y dejemos de tratar a nuestros hombres como al chófer de paseando a Mis Daisy.
43# La visita inoportuna…
¿Soy yo la única, o es imposible salir de vacaciones, acudir a algún evento especial o tener una cena romántica sin paracer la reponedora del súper en el pasillo de los tampones?
¿Hay alguna relación entre este hecho y la «coincidencia» en la duración del ciclo menstrual y el lunar, en ambos casos de 28 días?
¿No es para ponerse de muy mala leche pensar que el día que ya no tengamos que esperar «visitas inoportunas» será porque estemos menopaúsicas?
¿Todas estas elucubraciones no serán motivo de desajustes hormonales y del SPM?
Ahí lo dejo…
42# Las compras no son una ciencia exacta.
Si vas por la calle con prisa de camino a una gestión (o como decían los padres, a hacer un recado) o es un festivo y las tiendas están cerradas, toda la ropa, zapatos y complementos que veas en los escaparates te parecerían ideales y te lo comprarías todo todo TODO.
Ahora bien, si vas de compras oficiales la cosa cambia. Primero porque todo aquello que el otro día te parecía tan mono, visto de cerca es de una calidad pésima y parece proceder del mismísimo polígono industrial Cobo Calleja.
Después, porque lo de que tu talla esté disponible ya es harina de otros costal. Yo creo que en el Zara hay un chica que se encarga de anticiparse a ti por la tienda y a esconder las prendas de tu talla porque si no no se explica que si tienes la 40, todo lo que quede sea de la 34 (¿pero eso existe? sí, pero hay que llevar los riñones en el bolso…) a la 38. Pero que si usas la 38 sólo encuentres tallas superiores.
Una última cosa: lo de poner en los probadores esa luz fluorescente que sienta como el culo y que resalta todas y cada una de las taras genéticas que te han sido legadas ¿es por joder? Porque si es así, que pongan espejos deformantes de esos que te hacen parecer un hipopótamo después de navidades con más bigote que el Zar de Todas las Rusias y nos dejamos de tonterías…
41# Ser mujer es muy caro (y ocupa mogollón de espacio en el baño)
Limpiadora, tónico, hidratante, nutritiva, contorno de ojos, exfoliante, mascarilla, anticelulítica, autobronceador, depilatorio, decolorante, antiojeras, base de maquillaje, polvos sueltos, máscara de pestañas, colorete, barras de labios, sombras de ojos, rizador de pestañas, lápices de ojos y de labios, lacas de uñas, quitaesmaltes, limas de uñas, pinzas de depilar, espejo de aumento, quitacutículas, plancha alisadora, laca, espuma, fijador… ¡Y eso son sólo básicos!
Las mujeres no podemos permitirnos el lujo de tener unos talones agrietados, unos codos resecos, unos labios que no sean tan jugosos como un fresón de Huelva, una piel tan libre de vello como un huevo duro, unas axilas (el equivalente femenino a sobacos) que no estén bonitas!!!
Y todo esto, hermanas, nos sale por un pastón, así que cuando un hombre nos invita a cenar, que no se piense que es el único que ha hecho una inversión…
40# Hombre tenías que ser!
Yo no soy una conductora especialmente buena, de hecho me costó bastante esfuerzo conseguir mi carnet de conducir y mi profesor de autoescuela (que era un hombre de mucho tacto como veréis) me llegó a decir en una ocasión que «se notaba que no había nacido para eso»; pero eso no significa que no me esfuerce por conducir procurando no sólo cumplir las normas, sino facilitar la circulación. Y además me consta que hay muchas mujeres que sí son conductoras ejemplares y muy habilidosas.
Por eso me molesta sobremanera que todavía hoy, si bien no se escucha tanto la frasecita de marras, todavía se den los tópicos sobre la mujer. Sobre todo teniendo en cuenta lo sumamente mal que conducen muchos hombres: están los «arrimacebolletas» que no pueden esperar a que te apartes para adelantar, por lo que se te acercan a tope ignorando la distancia de seguridad y que si les valiera te pasaban por encima con un tanque; también están los «abonados al carril central», que se acoplan allí y les da igual lo que pase a su alrededor porque ellos no se mueven; los «doblefilistas de la barra fija» y que si encima pitas se cabrean porque les pillas con Higuain a punto de sacar una falta…; los «charlamóviles«, que no se cortan un pelo, vamos; si lo único que no hacen los tíos es maquillarse en los semáforos!!!
To be continued…
A tí ¿qué es lo que de verdad te saca de quicio y te pone a parir?
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