Kung Fu Movie: Comienza la odisea

Domingo 27 de Junio, 2010

07:10 a.m.

En algún lugar recóndito de la Ciudad 70 (Coslada, Madrid)

Temperatura: sorprendentemente fresca para principios de verano.

Pronóstico meteorológico: probabilidad de lluvia del 75% (mierda!). El cielo TOTALMENTE encapotado y la pertinaz lluvia caída durante la noche no parecen presagiar nada bueno… pero «abre, abre, esto fijo que abre» (ante todo optimismo).

El portal del Valero tiene la misma pinta que si todos sus vecinos padecieran síndrome de Diógenes: cajas, palos, más cajas, más palos, cestas, trastos varios tanto identificados como sin identificar (pero ¿qué coño pinta una guitarra española en una peli de chinos…?).

El día anterior se terminaron las últimas compras: el Cobo Calleja es un lugar extraño que encarna lo más siniestro del consumismo occidental (y del intimidante regateo oriental) en el que como mínimo hay que llevarse 16 rollos de cuerda y las cortauñas en cajas de 5 (¿qué puñetas se puede hacer con 5 cortauñas?) Pero al final la peluca del prota la compramos en un «Todo a 100» atendido por un español 100% (esto no es racismo, sólo me limito a los hechos…).

Cargamos los coches con la inestimable ayuda del Gocho y ponemos rumbo a la pisci (sujetando los dichosos palitos en las curvas no nos cargaremos el parabrisas….). Los empleados del ayuntamiento esperaban un día tranquilo, pero se quedan con cara de WTF cuando empezamos a descargar el arsenal en su párking.

Poco a poco empiezan a llegar los talentos: Kabuto y Yoman hacen una entrada a lo Starsky y Hutch (la madre que nos parió, ya estamos dando el cante…), y el Isra (a.k.a. mi hermano) que ha llegado en bici (no, desde Madrid no, sólo desde la estación…).

El set es un barrizal, pero somos inaccesibles al desaliento, y las risas ya han empezado: va a ser un gran día! Hay que montar los puestos y la decoración, colocar el atrezzo, soportar el bacile sobre el Orgullo Gay

Poco a poco empieza a llegar la figuración, las chicas han venido casi todas ya vestidas y maquilladas de casa. Los chicos no, así que nos damos un festín de variopintos gayumbos poligoneros

El Peri no ha venido. No hay problema, surge un espontáneo: el Milupa se deja maquillar al estilo de la ópera de Pekín versión «la 70». Su novia disfrutando en plan sádico mientras le ponemos los ojos como a Amy Winehouse.
La policía hace acto de presencia en el parking piscinil pero se limitan a analizar un poco la situación antes de preguntar qué vamos a hacer. Cuando les dicen que vamos a rodar un corto se van tan tranquilos después de desearnos que lo pasemos bien. Qué enrollados!

Mientras tanto, los puestos ya están montados así que empieza el rodaje. Valero, megáfono en ristre, empieza a dar instrucciones.
Comenzamos a deambular por el mercadillo, pero no es posible dar un paso sin lanzar una carcajada (imagínate a 40 personas vestidas de chinos):

  • El vendedor de armas italiano no sé de dónde lo han sacado, pero tiene un futuro increíble en esto de la interpretación.
  • Igual que la bailarina de danza del vientre, que los tiene a todos flipados
  • El del puesto de Anticrisis casi me vende una camiseta de verdad, de lo convincente que resulta.
  • Me echo unas risas con el de la guitarrita de marras mientras me cruzo con un Hare Krisna ¿?
  • Me doblo de risa viendo al carnicero ahí agazapado con el cuchillo sanguinolento en la mano.
  • Pero cuando ya no puedo más es cuando me encuentro al Favio metido en la jaula de los hurones atado con una cuerda de la cabeza a los pies («sí, riéte, pero no veas como pica la cuerda!»). Dios mío,no sé que va a salir de esto.

Hay que repetir muchas veces porque todos estamos partiéndonos o mirando a cámara. Al final parece que ya nos vamos acostumbrando y nos ponemos en plan «pro».

Me toca decir mi frase. Oye, pues como que me ha sabido a poco…

Al final sólo hemos podido grabar la mitad de escena, así que habrá que volver… Recogemos todo, que no queremos problemas y nos vamos a casa después de liquidar el cátering.

Lo peor: el barro y que se me ha roto la mesa de picnic (claro, con cuatro tíos como castillos sentados fingiendo comer espaguettis, no me extraña, pero bueno, qué se le va a hacer…)

Lo mejor: volver a ver a un montón de gente y echarnos unas risas gloriosas (Toño, el Javi, etc.)

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One Response to Kung Fu Movie: Comienza la odisea

  1. Sonix says:

    Tengo que leer la otra entrada, la segunda parte! ¿Es un corto de amiguetes o algo más serio? ¡Qué chulo!! Lo que se ve en las fotos es muy gracioso, desde luego. Un beso!

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