“La naranja completa”: vitamina C (de comedia) en vena para empezar el otoño

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“Lo bueno de las tías de treinta es que cuando quieren follarse a un tío no lo disimulan. Lo malo es que siempre tienen la esperanza de que ese tío se convierta en su novio.”

El jueves tuve la suerte de volver a ver “La naranja completa” en su flamante reestreno en el Pequeño Teatro Gran Vía ¡y me volví a reír como la primera vez!

[En realidad me reí más (y con más ganas), porque la primera vez su humor sin complejos que trata el sexo de la forma más natural me pilló un poco desprevenida (y eso que ya había visto otra obra de su autor) y tardé unas cuantas escenas en dejarme llevar y carcajearme sin pudor de cosas de las que, cuando te ríes, demuestras que las has vivido (sí, ¿qué pasa? yo también tengo mis inhibiciones…)]



Cuando comenté “…y estoy guapa”, ya os adelantaba este acontecimiento tan esperado tras el periplo que ha seguido la obra desde su preestreno hace ya dos años a través de muchas provincias españolas (y parte del extranjero, y no es coña que la han representado en Buenos Aires), donde ha tenido una acogida buenísima, y os contaba que “La naranja completa” era la segunda parte de una trilogía de obras escrita por Luis Felipe Blasco Vilches.

Qué cuenta: En la línea habitual de la compañía Tenemos gato, en el escenario tenemos sólo dos personajes (Él –Homero Rodríguez Soriano– y Ella – Cristina Rojas-). Treintañeros solteros heterosexuales del siglo XXI que se debaten, a mi modo de ver, entre el instinto de reproducción que les lleva a plantearse la necesidad de una pareja estable (sí, hasta los tíos tenéis de eso, lo que pasa es que lo llamáis “sentar la cabeza”) y el de supervivencia, que les hace huir de ello con todas sus ganas (y quién les puede culpar, sobre todo teniendo en cuenta determinados momentos de la azarosa vida conyugal…)

Mientras tanto, lo que sí que tienen clarísimo es que quieren disfrutar de su cuerpo (o sea, follar como locos) y para ello no les queda más remedio que interactuar con esos seres desconocidos (o demasiado conocidos) a los que denominamos “el sexo opuesto”.


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Cómo lo cuenta: En una línea de comedia muy ácida, en determinados momentos con pinceladas sangrantes (la relación que, ya como adultos, mantenemos con nuestros padres; los fracasos que cargamos a cuestas a modo de mochila existencial; un futuro, todavía incierto; el miedo a envejecer…), nos colamos en unas cuantas horas de la vida de dos de estos jóvenes maduros durante las que se fragua el comienzo de una relación (que puede ser un one off –polvo de una noche- o que puede ir más allá, en principio no lo sabemos como no lo sabemos nunca en la vida).

A través de unos flashbacks muy logrados conoceremos sus antecedentes (con los que nos sentiremos, tanto nosotras como ellos, identificados sin remedio) y entenderemos mejor sus reacciones (con las que nos reiremos por ser también propias).

Me sorprende cómo con una escenografía tan sencilla y prácticamente sin atrezo (hay que ver lo que da de sí un delantal…) nos pueden meter tan bien en situación (bueno, esto es marca de la casa), pero una de las cosas que más me gusta es cómo se lo montan (y nunca mejor dicho) para representar el sexo. Un desternillante polvo radiado que hace las delicias del público (las carcajadas eran clamorosas) y que es uno de los mayores alicientes de la función.


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Al volver a vivir la experiencia de “La naranja” me ha parecido que la obra está más madura y sus actores han ganado en seguridad (el saber que el material que manejas funciona debe de ser un gustazo) . Quizá por conocerla ya he podido dedicar más tiempo a fijarme en las interpretaciones, sobre todo en los momentos en que un actor está en segundo plano mientras su compañero dice su texto y he disfrutado muchísimo. Se intuye ahí el buen trabajo de dirección, que en este montaje corre a cargo de Juan Alberto Salvatierra.

Si en mi post sobre “…y estoy guapa” os comentaba lo mucho que me emocionó el trabajo de Cristina Rojas, el jueves fue Homero Rodríguez el que me “sedujo”. No me malinterpretéis, que Cristina está esplendida y no hay que perderse ni el más pequeño de sus gestos (aunque mi momento favorito es el de la pseudo intelectual amante del cunnilingus), pero Homero tiene en “La naranja” una presencia escénica brutal y una vis cómica de lo más refrescante.


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Recomendar “La naranja” es muy fácil porque es un valor seguro. Sé que todos los que vayáis a verla me lo vais a agradecer, y me encantaría que además lo comentéis y se la recomendéis a otros amigos que, deseándoles lo mejor, queráis que pasen un rato tan bueno como el que pasé yo el jueves. Y es que cerca de una hora de risas compartidas tiene que alargar la vida, a mí no me digáis…

“La naranja completa” se hospeda en el Pequeño Teatro Gran Vía (dentro del Teatro Compac) en Gran Vía, 66 (Madrid) hasta el 31 de octubre.

Consulta de horarios y compra de entradas.

Os dejo con el “Me cago en el amor” de Manu Chao y Tonino Carotone para que lo escuchéis mientras compráis las entradas y planeáis una noche divertida a la par que interesante.

True Blood? True Bluff!!

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No sabéis la rabia que me da tener que decir que los dos primeros capítulos de la serie “True Blood” me han decepcionado totalmente.

He tardado mucho tiempo en hincarle el diente a este enésimo acercamiento al mundo vampiril que tanto me atrae, precisamente porque quería poder verla (y creía yo, disfrutarla) desde el primer capítulo y en su versión original, debido al buen feedback recibido de ella por parte de gente “de buen criterio”. Pues bien, cada vez me queda más claro que las opiniones ajenas me son poco útiles y que no hay nada como el empirismo en el campo de la crítica.

Y eso que el comienzo de la nueva creación de Alan Ball es de lo más prometedor: la primera secuencia tiene su gracia, y la cabecera es fantástica con unas imágenes que evocan el decadente sur de los ‘60 y una música soberbia e inquietante que parecen presagiar la antesala del infierno.

Pero en cuanto acaban los créditos empiezan los despropósitos:

La protagonista, Sookie Stackhouse, es una camarera white trash telépata(na) con la linda carita de Anna Paquin. Pero ¿qué coño le ha pasado a esta chica que parece que está involucionando como actriz? De niña prodigo en “El Piano”, que le llevó a ganar un Óscar con 11 años (vale, es verdad que eso ya no significa nada, pero…) a prodigiosa X-Woman, siempre me había parecido que improntaba a sus personajes de “un algo más”, de una madurez con un trasfondo similar al que destilaba la propia Natalie Portman… Aquí no. Aquí sólo parece lerda hasta cuando se la supone interesantísima debido a su “habilidad”.

Tiene un hermanito, Jason, interpretado por un tal Ryan Kwanten (un australiano criado a los pechos de la telenovela, mira como la Kylie…) al que hay que reconocerle un cuerpo de escándalo (los guionistas también se han debido de dar cuenta porque rara es la secuencia en la que aparece con algo de ropa encima…). El hermano de marras es otro oligofrénico de no te menees y más obseso sexual que Pajares.

trueblood1 Hay que reconocer que su publicidad es muy chula!!

Luego está la “amigaparasiempre”, Tara (con la cara de una actriz llamada Rutina Wesley, que manda huevos…), que es un cliché con patas: es la típica negra con muy mala leche que habla cabeceando como una gallina clueca y que se supone va dando a los tíos un cortes que los vuelve transexuales, pero a mí lo que me provoca es un aburrimiento mortífero y cada vez que sale en pantalla me entran unas ganas irreprimibles de leerme algún libro de Sánchez Dragó, cómo será la cosa… Para ser más patética, la negra está enamorada del hermanísimo, que parece no percatarse de que la moza está también de toma pan y moja (estos acaban pegándole, y sino al tiempo…).

Como los hermanos Simplones son huerfanitos (los padres seguro que no murieron, sino que pusieron tierra de por medio al descubrir el estrepitoso fracaso de su herencia genética), viven con su abuela, una vieja chocha que parece que se acaba de caer de la última nave espacial que la abdujo, porque tiene toda la pinta de ser titular del Abono Tercera Edad de Ovnis de la zona B3…

Hay algún personaje principal más (en los dos capítulos que he visto todavía no ha salido Alexander Skarsgard, al que conozco por “Paparazzi” y que estoy deseando ver en acción), pero tan anodinos y estereotipados o directamente absurdos que no hay por donde cogerlos (lo del cocinero gay taleguero no lo voy a comentar, que se me enciende la sangre…)

Este elenco de personas tan apasionante y atractivo tienen su hábitat natural en Luisiana, pero no en una Luisiana cualquiera con su rollito cajún y su vudú y tal, no, en la Luisiana en la que los vampiros acaban de salir del armario e intentan integrarse en la sociedad a base de chutes de sangre sintética, mientras que la propia sangre vampírica se ha conviertido en droga de culto por sus propiedades, digamos, “vigorizantes”.

Hasta aquí todo es muy aburrido, pero por lo menos tiene una ligera originalidad y coherencia. Hete aquí que aparece el vampiro protagonista, un sieso llamado Bill Compton (el actor inglés Stephen Moyer, a la sazón, legítimo de la Paquin) que además es un escarnio para los de su clase porque desde el primer momento cae de la forma más tonta en las garras de dos malotes (de esos que cantan por soleares) y le tiene que salvar la camarera emulando a Pícara en una escena que es de vergüenza ajena.

trueblood2_2“ More pathetic TV moment ever”

El guión todo parece estar escrito en un “rato tonto” y no me extraña nada leer que la creación de la serie coincidió con la huelga de guionistas de Hollywood, porque la gente que pergeñó este engendro tenía que estar muy descontenta con su sueldo o algo de eso…

Como el vampiro sieso sólo tiene como 150 años (y ha vivido hasta la Guerra Civil americana), no ha caído en que los malos malísimos se van a vengar de la camarera lerda (ella no lo ve venir porque ya hemos dicho que es muy, pero que muy lerda), así que la apalizan pero a base de bien y el lumbrera ha de salvarla con su propia sangre (pero la pánfila no se convierte, sólo se intensifican sus sentidos y su líbido; no, si a todos los tontos les da por lo mismo…)

A partir de ese momento, se establece un vínculo entre ellos, aunque yo lo que creo es que van los dos muy calientes (ella es virgen, porque su habilidad telepática le ha provocado unas taras emocionales tremendas, además de darse cuenta enseguida de que todos los tíos van a lo que van –cosa que todas sabemos, pero nos podemos hacer las tontas si nos conviene- y él…, él no sé que excusa tendrá pero con lo soso que es, pues cualquier cosa es posible).

“True Blood” está basada en la serie de novelas de Charlaine Harris, “The Southern Vampire Mysteries”, publicadas por primera vez en 2001. Como no las he leído, no sé si el aburrimiento procede ya de la versión literaria o lo ha añadido Alan Ball (no en vano es autor de la también soporífera, pretenciosa y sobrestimada “A dos metros bajo tierra”, que es como los documentales de la 2, que todos decimos que la veíamos y nos encantaba, pero que nos quedábamos sobaos a los 10 minutos porque había capítulos en los que el tiempo se ralentizaba hasta casi detenerse; sí que le reconozco el mérito de escribir “American Beauty”, que me parece una de las grandes películas americanas, que ya es decir).

images -“Pero tío, ¿qué rollo es este?”

-“Tú calla que ya queda menos para que acabe… Por cierto, ¿tú no eres Dexter?”

Tampoco sé si ya estaba toda la trama amorosa y todo ese rollo de que la tía lea la mente de todo el mundo pero que no pueda hacerlo con los vampiros, que es algo que es muy parecido en la saga Crepúsculo (que curiosamente es como el “Gran Hermano”, que todos dicen que no lo ven y que es espantoso, pero después no se lo pierde nadie, aunque sólo sea para criticarlo, lo que me parece de un snobismo pedante que ya no engaña a nadie…).

La historia del bello Cullen y la bestia Bella puede ser muy moñas y romanticona, pero al menos no se esconde tras un disfraz de porno softcore (sólo un poquito de “heavy peating aquí y allá para mantener la tensión sexual no resuelta) y sangre en bote sensacionalista…

Y, por cierto, si al sieso Compton le cogen los Vulturis por banda lo hacen tiras.

[No me apetece mucho, pero es probable que continúe viendo la serie, aunque sólo sea porque hice al Hombre Tecnológico localizarla. Si cambio de idea sobre el True Sopor que me provoca, seréis los primeros en saberlo.]

The Ultimate Spanish Petarda Collection VI

74. Yo quiero ser una chica Almodóvar (Joaquín Sabina)

A Sabina pensaba ponerle con su mítica “Juana La Loca” (maravillosa historia de una salida del armario en toda regla) , pero me he quedado muerta al verle de estas guisas con Gurruchaga (no, si quien a buen árbol se arrima…) y me viene la mar de bien para introducir este post dedicado a los petardeos varios del manchego.

[Disculpad la calidad del video, pero creo que como documento gráfico-histórico era necesario. Si queréis escuchar la canción con calidad, haced click aquí con esa gracia que os caracteriza…]

Desde luego, como el del Hombre del Traje Gris tuviera que ganarse el pan con el batir de sus pestañas iba listo, porque está más fea que si la hubiera pintado Goya con un cólico nefrítico…


La Reina Maria Luisa ¿era así de horrenda o es que el Sordo estaba meando una piedra?

73. Quiero ser mamá (Almodóvar y MacNamara)

Patty Diphusa y Fanny Mcnamara eran tan, tan, pero taaaaaaaaaan petardas, que un buen día empezaron a ovular, fueron polinizadas, anunciadas (más que por la blanca paloma, digo yo que sería por una de esas ratas voladoras que había en la Plaza del 2 de Mayo) y se pusieron a parir…

Anda que no se lo pasaban bien estas mientras nosotros lo flipábamos con “El planeta imaginario”…

72. Celebritis (Fabio & Glitter Klinik)

Mientras que Almodóvar ha ganado varios Oscar, se ha hecho millonario y lo adoran en los Estates y en la Frans, Fabio Mcnamara sigue con su electro pop frívolo pero irresistible, ahora, manteniendo su tipín y con pinta de treintañero.

Sí, igualito que Peeeedrooooooo!!!, que se ha echado encima varias arrobas y parece Mamá Chole (y encima es un engreído que va en los aviones en primera y lleva a su novio en “coach” y se pasa el viaje escuchando las conversaciones ajenas y las apunta para los diálogos de sus películas, lo sé de muy buena fuente…)

Este tema es el primer sigle del disco “Bye bye supersonic” que Fabio grabó en 2009 con Glitter Klinik (aka Miguélez y Juan Tormento) a la producción. No me digáis que no es ideal de la muerte… (Ya, Susan, ya sé que te gusta más “Mi correo electronic oh!” y soy super consciente de que se han encontrado dos maricas muertas congeladas en París, pero la animación del video me ha seducido totalmente…Espero que podamos seguir siendo BFF!!)

71. Banda sonora original de las pelis de Almodóvar

El placer que me producen sus películas es inversamente proporcional al reconocimiento mundial que reciben, es decir, que donde esté la absurda irreverencia de “Pepi, Lucy y Bom”, que se quite el dogmatismo inverosímil y autocomplaciente de “Volver”.

Vamos, que donde esté esto:

Que se quite esto:

Pero hay que reconocerle su buen gusto musical y se merecía un extracto de lo más granado de su filmografía (la pena es que no tengo acceso a todos los videos que me gustaría…)

Salí porque salí (Yolanda Bell en Entre Tinieblas)

Cuando el personaje de Cristina Sánchez Pascual llegó a este convento almodavariano se quedo muerta con la que tenían allí montada, porque esas monjas tenían más vicio que Iggy Pop…

El título con el que se comercializó la peli en su versión en inglés me ha parecido una maravilla de concisión y dobles sentidos: “Dark Habits”.

Un año de amor (playback de Femme Letal de la canción de Luz Casal, en Tacones Lejanos)

El juez Domínguez de día, Femme Letal de noche, Miguel Bosé en su mejor interpretación en la gran pantalla (como cantante ya lo ponderaremos como merece en otra entrega, como no podía ser menos).

Yo creo que el tener que rechazar a los 14 años el papel de Tadzio en la “Muerte en Venecia” de Visconti lo gafó para el cine, porque mira que ha hecho cosas lamentables… No os lo perdáis en “El caballero del dragón” compartiendo escena con el mismísimo Harvey Keitel, que es de no creer.

La canción “Un año de amor” ya fue interpretada por la italiana Mina en los años ‘60, pero este cover de Luz Casal supera en mucho al original. La gallega también grabó para “Tacones” “Piensa en mí” (no en vano Luz era la voz de Becky del Páramo, interpretada por Marisa Paredes), maravilloso bolero de Agustín Lara.

Años después Almodóvar repitió (más o menos) la jugada con Zahara (Gael García Bernal) en “La mala educación” en un playback de Sarita Montiel interpretando “Quizás quizás quizás”. Os pongo el link porque no he podido incrustar el video, y merece la pena ver lo bien que está Javier Cámara como “chica Almodóvar”. La peli, por lo demás, me pareció un peñazo y un ejercicio de terapia de este hombre que se ve que no ha superado todavía lo de los curas…

Creo que este tema lo voy a continuar en otra entrada, que estoy ya de Almodóvar hasta los “pedros”.

…y estoy guapa

...y estoy guapa

No, yo no (bueno, yo tampoco estoy mal, ¿eh?), pero no se trata de que de repente mi autoestima haya alcanzado límites históricos, sino del título de la última obra del insigne dramaturgo (a mí me gusta más escritor de comedias, como Lope, porque dramaturgo suena a octogenario y como que no me pega), humorista, guionista, letrista, marionetista (todo pega con artista) y diseñador de videojuegos (sí, sí, el Hombre Tecnológico no es único en su especie), Luis Felipe Blasco Vilches. Seguro que me he dejado algo, porque en este caso el término multidisciplinar se nos queda un poco corto (¿pandisciplinar? bueno, tampoco nos pasemos…)

El montaje de «…y estoy guapa» nos llega por obra y gracia de la compañía teatral Tenemos gato, formada por el propio Blasco Vilches y los actores Cristina Rojas y Homero Rodríguez, cuyo propósito, según sus propias palabras, «es hacer teatro para que la gente sea feliz». Anoche yo desde luego lo fui (y creo que las otras cerca de 80 personas que presenciaron el preestreno también, pero quién soy yo para hablar en su nombre).

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La función la dirige Julio Fraga, un profesional con más de 40 espectáculos a sus espaldas y un currículum que no me cabe en este post, por lo que os recomiendo su página web, la que además ha tenido el exquisito gusto de ambientar con la maravillosa «Yumeji’s Theme», composición del recientemente fallecido Shigeru Umebayashi para la película de Wong Kar Wai «In the mood for love» (si os digo que sale en un anuncio de El Corte Inglés acabaríamos antes, pero entonces no sería yo).

Decir que la obra me gustó, sería como decir que la tortilla de patata de mi madre «quita el hambre». Quienes me conocen bien saben que mi capacidad crítica se encuentra situada en algún lugar de mi mal organizado cerebro que conecta directamente con el lagrimal, por lo que si una pieza artística de la disciplina que sea está tocando mi fibra sensible, no puedo evitar las lágrimas. Así tengo mi propia clasificación en función de cuanto me haya gustado, y a «…y estoy guapa» le concedo 4 kleenex (y no le doy 5 porque en el teatro da mucha vergüenza llorar y me tuve que contener en muchos momentos).

Los que hemos visto los anteriores montajes de la compañía vemos una clara evolución tanto en la temática como en la madurez de sus trabajos, aunque siempre desde ese estilo que mi querida Susan y yo llamamos «binólogos» y que cada vez más y más se intercalan y superponen de una forma que enfatiza al mensaje de los personajes:

«Con problemas de doblaje» era una comedia disparatada (interpretada por el propio autor con Cristina Rojas) sobre las primeras relaciones sexuales y sentimentales en la juventud con un montaje plagado de todos los recursos teatrales imaginables (marionetas, voces pregrabadas, sombras chinescas, creo recordar…?).

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En «La naranja completa» los personajes ya estaban atisbando la madurez y sus relaciones se volvían más complejas, el montaje más sobrio, más depurado, pero el género seguía siendo la comedia pura y dura (y nunca mejor dicho porque estaba plagada de chistes «de los que joden» con los que muchas veces no puedes evitar sentirte identificado, quizá demasiado…)

En «…y estoy guapa» ya no hay lugar para correr por el escenario con un plátano en la mano. La vida ya ha dado cuenta de unos personajes que, sin perder la comicidad (divertidísima, el momento «lista de la compra» es muy brillante y como en casi todas sus obras, de un conocimiento de la realidad femenina, por no decir de lo brujas que podemos llegar a ser, que asusta), tienen un poso de desengaño y amargura como el que tenemos (en determinados momentos, claro) los que ya le hemos visto las orejas al lobo. La pérdida de la inocencia, el olvido de los sueños de juventud, la rutina como antídoto para el romanticismo… Todo ello está plasmado con una gran sensibilidad que proporciona una experiencia muy conmovedora. Y sin embargo el mensaje de la obra, es optimista, es decir, que la vida, mientras se te escurre, hay que vivirla.


Homero Rodríguez y Cristina Rojas están estupendos. Y además son grandes actores ;p (se nota bastante el rodaje de la gira de «La naranja»). Homero está entrañablemente genial como ese «hombre corriente», aparentemente insensible pero muy sufrido y que dice las cosas como son.

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Y sobre Cristina, qué os voy a decir… Me encanta, es de una expresividad asombrosa (el «momento insomnio» es de traca), tiene una capacidad infinita para emocionar («no os asustéis que esto no es teatro interactivo», pero dan ganas de bajar al escenario a darle un abrazo, y lo haría si no fuera porque entones parecería una fan enloquecida de la Pantoja), canta y baila con una gracia tremenda,,, Qué más se puede pedir.

En resumen, es una función preciosa para reírse a gusto y emocionarse, llorar (opcional) y quedarse más a gusto todavía. Si tenéis la oportunidad no os la perdáis, aunque si la vida es justa, las cuatro representaciones del preestreno van a estar seguidas de una larga gira y de un reestreno por todo lo alto como con «La naranja». “Dios mediante”.

«…y estoy guapa» estará en la sala Tarambana de Madrid a las 21:00 horas todos los miércoles de septiembre. La entrada cuesta 8€ y os recomiendo que reservéis porque lo va a petar!!!

«La naranja completa» se reestrena el 23 de septiembre en el Pequeño Teatro de la Gran Vía, y si un Armagedón no lo impide, estaré allí para contarlo.
Entradas relacionadas (otras obras de Tenemos Gato):

The Ultimate Spanish Petarda Collection V

79. Soy como tu (Bruno, la serie Verano Azul)

Bueno, esto sí que no os lo esperabais ¿a que no? Sé que es duro, pero intentad ver el video hasta el final porque tiene gag…

El tal Bruno era una especie de Bisbal ochentil que vivía pegado a las carpetas de las adolescentes (y que seguramente era estéril, a juzgar por como marca paquete). Sólo que en realidad su nombre era Antonio y le confesaba a Chanquete estar harto de tener que representar ese papel de “mojabragas”.

Sólo las más petardas (o memoriones) del lugar reconoceréis en él al cantante Gonzalo, al que enviamos a la OTI sin más munición que aquel horror de “Las manos en los bolsillos, siempre mirando al suelo, la barba sin afeitar…”

78. Vudú (Undershakers)

Estas “chicas Subterfuge” (tan de Gijón ellas como Nosoträsh; es que Asturias no para de generar petardas ;p) empezaron genial con un pop-rock garajero, pero fueron involucionando hasta el bubble pop (etiqueta que me acabo de inventar) pelín insoportable, para acabar desintegrándose. Algunas de sus componentes formaron entonces Pauline en la Playa (pero eso ya es otra historia también petarda).


77. Enamorado de la moda juvenil (Radio Futura)

En 1979, un agitador cultural llamado Herminio Molero (el tío del teclado que parece que lleva toda la vida cortando el Cola-Cao con speed) reunió a dos hermanos que escribían en la revista Disco Express como “Corazones Automáticos” (los Auserón, claro), al guitarrista de Kaka de Luxe y algunos indocumentados más y fundó Radio Futura.


Este temazo fue el primer éxito de su disco de debut «M
úsica Moderna”, y parece ser que la discográfica no captó la ironía del título y pretendía convertirlos en un grupo juvenil para fans, cuando en realidad estaban creando la Nueva Ola Madrileña (a pachas con los Secretos y Nacha Pop, claro).

76. Dime (Beth)

Hasta yo misma estoy sorprendida de no avergonzarme de lo que voy a escribir ahora: no sólo me encanta esta canción, sino que además la toco con la guitarra!!

Ahora bien Elisabeth, tu interpretación de aquella noche eurovisiva en Riga dejó mucho que desear. Vamos, que si te pilla la Noemí Galera te cruje con esa afinación…

Advierto de que de OT quedan más.


75. Familia Philips (Carmen Sevilla)

El cuponsito, la’ ovehita, el reclinatorio y la puñalada trapera que le diste a Parada (y el pianista gozándola, claro). Ay, Carmen, que te haces la chocha perdía pero eres más lista que el hambre…

Os dejo con esta cancioncilla pegajosa hasta la obsesión para que os tiréis lo que queda de día con el soniquete.

Y ole los tiempos del UHF y esos televisores-repisa (ahora tenemos al torito de fieltro agarrao de una pezuña al borde del plasma, que parece Tom Cruise en Misión Imposible, hombre ya).

The Ultimate Spanish Petarda Collection IV

84. Ponte peluca (Orquesta Mondragón)

La peluca es el complemento fundamental de toda petarda que se precie de serlo. Encarnita Polo, Marujita la Chim-Pum, Lady Gaga, la Elton Johna… y por supuesto, todas las Drag Queen que en el mundo ha sido.

Histriónico y excéntrico, Gurruchaga es el primer Drag King español, con el permiso de Miguel de Molina…

83. La bien pagá (Miguel de Molina)

La copla es petarda por naturaleza, y él era el Rey. Con una vida marcada por un exilio de 50 años en Argentina al que se vio obligado cuando, tras la guerra civil, el régimen franquista le persiguió por su homosexualidad y su adhesión a la República, Miguel de Molina era un artista moderno y transgresor cuya voz, presencia escénica y particular vestuario convierten en una leyenda petarda.

82. Die Piconeren (Penélope Cruz)

Está graciosa la versión de “Los Piconeros” en alemán (cuyo título me he inventado, claro) … Pero ¿es o no es su voz? Porque dicen las malas lenguas que se utilizó a una cantante canaria con una voz muy parecida a la suya…

Vamos a comparar con esta otra en la que está clarísimo que sí es ella (más que nada porque esa voz de cabra es inconfundible…)

Sea como fuere, Pe se escapa del tedesco con una gracia y un salero que hay que reverenciar. “¡Adió!”

81. Rema marinero (Acuario)

Sí, sí, la de verde es Mayra Gómez Kemp, la legendaria presentadora del “Un, dos, tres…”. Y mira como enseña cacha la tía, en plan “hasta aquí puedo leer…”

Sobre la petardez de este tema me parece que no hay lugar a controversia.

80. Desidia (Objetivo Birmania)

La canción del verano de 1984 según Radio 3 (y eso que tenía que competir con “Escuela de calor” de Radio Futura), interpretada por una de las formaciones iniciales de la banda con Yolanda Hens (que tenía a la muchachada revolucionada, y aún hoy me consta todavía la recuerdan…) como vocalista.

El look era ochentero total: el gorrito de paja que lo petaba en el viaje de fin de curso a Palma de Mallorca, pendientes de plástico regalados con la Super Pop y rosa, mucho rosa.

Las “birmettes” están para echarles de comer aparte.

80(bis). Los amigos de mis amigas son mis amigos (Objetivo Birmania)

Diréis que qué morro tengo, pero es que en 1989 el grupo había cambiado tanto que ya no podemos considerar que fuera el mismo… Sólo quedaban una de las coristas y un chico que prefería estar en el anonimato para que no le tiraran piedras por la calle.

Ficharon a dos chicas más (una de ellas, la después actriz Lola Baldrich) y se montaron un sarao tipo Bananarama más petarda que Twinky Winky. Y de la canción, ¿qué me decís? Para mí que éstas están un poco sueltas ¿no?

The Ultimate Spanish Petarda Collection III

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89. ¡Ay va! (Ana Belén en “La Corte del Faraón”)

Cuando vi la película por primera vez no entendía que tanto problema había para tener que censurar esta opereta bíblica (como “niña de la movida” había visto ya casi de todo). Visto ahora con más perspectiva, está claro que la interpretación de Mari Pili (curiosamente también se llama así su personaje en la peli) es sumamente erótica (“¡merengue-merengue!”) y claro, los meapilas del franquismo se ponían cardíacos y luego se tenían que “ciliciar”, vamos un follón.

88. No me beses en los labios (Aerolíneas Federales)

Esta banda gallega que hacía canciones sencillas y desenfadadas de aire adolescente varió mucho de formación durante sus años de existencia. Aquí los tenemos con Coral Alonso como vocalista.

He puesta esta canción porque petardea que no veas, pero a mí la que más me gusta de estos es una de su LP “Hop hop” que se llama “La Loncha” y que tiene la letra mas disparatada que he escuchado en mi vida.

87. Downtown (Killer Barbies)

Otra que fue vocalista de Aerolíneas Federales es Silvia Superstar, que tras esa etapa fundó este grupo de rock que llegó incluso a hacer dos películas de terror/coña marinera con Jesús Franco.

La Silvi ahora se lo monta sola y tan divinamente, que para eso es una sex symbol.

Me ha parecido hiperpetarda versionando este éxito de Petula Clark, que se nos escapó en la colección internacional.

86. Times goes by con Loli (La Terremoto de Alcorcón)

“Cada vez que pagues la mensualidad, te daré, fabada Litoral.” Con esas condiciones a ver quien se resiste a apuntarse al gimnasio de la Loli…

Esta ex miembro de Diabéticas Aceleradas consiguió convertir este video con la parodia del Hung Up de Maddy en el segundo más descargado del mundo.

85. Ahora te puedes marchar (Luis Miguel)

México es una gran nación a la que la humanidad debe hitos muy importantes (los mariachi, que son señores híbridos entre un tuno y un picador; las fajitas y los burritos, riquísimos pero que se pegan al riñón y luego te tienes que apuntar al gimnasio de la Loli; la mejor parte de la filmografía de Buñuel; etc.) pero Luis Miguel no es uno de ellos.

Aquí le podemos ver en la edad del pavo con unos coleguitas suyos que se habían escapado de “Electric Boogaloo”, versioneando el “I only wanna be with you” de Dusty Sringfield y convirtiéndola en una “canción para ardidos” (expresión que no conocía y que me ha parecido sencillamente ma-ra-vi-llo-sa).

¡Y qué viva México!

The Ultimate Spanish Petarda Collection II

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95. Que no (Pedro Marín)

La Rosenvinge es ahora una musa del undergroung y los de la Rockdeluxe la llevan en palmitas, pero todos tenemos un pasado, y el de la rubia de las medias rotas pasa por la OTI (la segunda división de los festivales de la canción) y por un matrimonio con el pedantísimo Ray Loriga.

Con este alegre y colorido tema de surrealista letra dieron el pelotazo.

The Ultimate Spanish Petarda Collection I

  1. El concepto “petarda” que maneja el Club es el siguiente: canciones que, independientemente de su calidad artístico-musical, son capaces de activar el Modo Divine (dícese del estado, provocado de forma artificial, por el cual el sujeto siente un irrefrenable impulso de cantar y bailar creando coreografías histriónicas y bastante gays, e incluso disfrazarse/travestirse si así se considera oportuno) en la que esto suscribe. Entiendo que cabe la discrepancia sobre este concepto y el Club siempre aceptará su expresión a través de comentarios.
  2. Esta colección contiene canciones excesivas (por no hablar de alguno de los videos…) y altamente perjudiciales para sujetos no inmunizados. Por todo ello, quien se adentre en la peligrosa experiencia de la Spanish Petarda Collection lo hará bajo su propia responsabilidad. El Club no se hace responsable de las posibles secuelas traumáticas que se produzcan.
  3. Se exime a todos aquellos demasiado sensibles del sacrificio de esta experiencia, por lo que la ausencia de comentarios en estas entradas del post no afectará en modo alguno a la relación que el Club mantiene con sus seguidores y lectores.
  4. Por último, sólo me queda decir…. ¡Perdón, perdón, perdón! Pero… tenía que hacerlo!!!

100. Paco Paco Paco (featuring Beyoncé)


La Knowles bailando el «Paco Paco Paco» de Encarnita Polo: uno de esos milagros del mundo moderno.

Yo me preguntó: ¿Quién y cómo se dió cuenta de que concordaba? ¿Es algo así como lo de «The Darkside of Oz» que es medio satánico? ¿Lo sabe Beyoncé? Y si es así ¿qué opina de que «ya lleguen por el llano los Migueletes»?

99. ¿Por qué te vas? (Janette)

Esta nostálgica canción compuesta en 1974 por José Luis Perales y popularizada por Janette se ha versionado hasta por Manu Chao…

Aquí en la película “Cría cuervos” de Carlos Saura (que no puede ser menos petarda, pero que a veces se pone de un surrealista…) y con los niños bailando como una metáfora de la esperanza post franquista.

Me encanta la utilización de los vientos y del charles de la batería.

98. Ni una sola palabra (Paulina Rubio)

Paupower-Woman, con un bañador que le hace una lectura de labios horrorosa, nos protege de los villanos. ¿Y quién nos protege de ella?

Esta canción, compuesta por un miembro de La Oreja de Van Gogh (que digo yo que si no va al infierno por una cosa, irá por la otra…) es el mayor éxito de la mexicana hasta el momento. Y tiene en común con el resto de sus hits que es tan sosa, que hasta que no llega el estribillo ni sabes que canción es.

La calidad vocal de la hija de Susana Dosamantes tampoco ayuda…

97. Su canción (Betty Missiego)

Si lo del “Algo chiquitito” ese os produjo grimilla y el efecto contrario al gol de Iniesta, no os perdáis lo que enviábamos a Eurovisión en los ‘70, cuando se suponía que teníamos opciones de triunfo: una señora rara con voz de cura de antaño y un coro de niños feos.

Pues ojito que quedamos segundos y porque le dimos 10 puntos a Israel…

De Eurovisión me temo que va a caer alguna otra.

96. Aserejé (Las Ketchup)

Y hablando de hacer el ridículo en Eurovisión, estas quedaron como el culo con la cosa esa del Bloody Mary, pero con esto lo petaron por el mundo.

Hasta en Fez (en el Marruecos profundo) nos encontramos a un moro (vale, musulmán magrebí) con una camiseta con el estribillo, que el pobre nos preguntaba que qué significaba…

Aunque está claro que se trata de la primera estrofa del “Rapper’s Delight” dicen los rumores que Aserejé proviene de la letra «A» (cuyo significado es uno), continúa la palabra ser (de “ser”) y las últimas cinco letras forman la palabra ereje, (sin hache), es decir, «un ser hereje». Por se llegó a decir de que era un culto satánico. Lo que faltaba.

The Runaways

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Si algo hay que agradecerle al productor John Linson no es esta película en sí, sino que el adulto y rijoso recuerdo de un cuelgue infantil le llevara a comprar los derechos de la biografía “Neon Angel: The Cherie Currie Story” e invirtiera dinero y esfuerzo en lo que está suponiendo una campaña publicitaria inmejorable para el redescubrimiento de esta banda de punk rock de los ‘70.

La Banda

Formado originalmente por la guitarrista Joan Jett, la baterista Sandy West y la compositora Kari Krome (todas ellas jovencísimas), a las que presentó el productor Kim Fowley y ayudó a encontrar los miembros restantes, el grupo tuvo muchas variaciones en su composición en sus cuatro años de vida.

En la película se centran en la formación existente entre 1976-1978:

  • Cherie Currie (vocalista) que se unió a la banda con sólo 15 años y que idolatraba a Bowie.
  • Joan Jett (guitarra rítmica) que seguía el modelo estilístico de Suzi Quatro y Keith Richards.
  • Sandy West (batería) que se identificaba con Roger Taylor (batería de Queen).
  • Jackie Fox (bajo), al estilo de Gene Simmons (KISS).
  • Lita Ford (guitarra solista), se veía como un cruce entre Ritchie Blackmore (guitarrista de Deep Purple) y Jeff Beck.

Todas esas comparaciones os pueden sonar pretenciosas, pero las chicas realmente sabían tocar y tenían la energía y el espíritu punk de la época que no desmerece al de las estrellas a las que seguían con pasión. Como dicen en los anuncios de pisos: Mejor ver.(En este caso interpretando en un directo en Japón uno de sus mayores éxitos “Cherry Bomb”).



Si os apetece escuchar algo más, os incluyo este link a una playlist que he creado con unos cuantos de sus temas (se abre en una nueva ventana por lo que podéis escucharla cómodamente mientras seguís leyendo…)

Cuando “The Runaways” se separaron, Cherie Currie (que ya había abandonado la banda unos años antes) hizo sus pinitos como actriz en papeles protagonistas y compartiendo la pantalla con actrices emergentes del momento como Jodie Foster (“Foxes”) o Demmi Moore (“Parasite”), pero obviamente no cuajó.

Lita Ford se pasó al heavy metal con un éxito moderado (que tampoco me extraña porque, aunque buenorra y una gran guitarrista, no se le ocurrió otra cosa que contratar como manager a la loca de la Sharon Osbourne, esposa del Príncipe de las Tiniebas con el que grabó un dueto bastante plasta).

Joan Jett continuó con su carrera en solitario y con “The Blackhearts” y tiene algunos éxitos bastante conocidos. Los jugadores de Guitar Hero sabrán apreciar este video con su mayor éxito “I Love Rock’n Roll”.



La Peli

Este biopic dirigido por Floria Sigismondi (reputada directora de videoclips) no me ha parecido gran cosa, si bien tiene algunos aspectos bastante meritorios:

  • La interpretación de las “crepusculares” Kristen Stewart y Dakota Fanning. La novia del vampiro está más que aceptable en su papel de Joan Jett, sobre todo teniendo en cuenta que aprendió a tocar las 12 canciones que aparecen en la película. Pero la Vulturis está realmente soberbia como lthe runawaysa “Lolita” Cherie Currie. Esta niña (el hecho de que sea menor de edad y haya tenido escenas en las que fuma, se droga e incluso tiene un interludio lésbico ha sido muy polémico) tiene un gran potencial interpretativo y le auguro un gran futuro.
  • El diseño de producción así como el vestuario, peluquería y maquillaje están muy logrados (y son muy chulos), consiguiendo una buena ambientación setentera.
  • La banda sonora, que además de los temas de The Runaways incluye una selección de canciones de la época de Bowie, Sex Pistols, Suzi Quatro o The Stooges.
  • Me gusta mucho la utilización del famoso cartel en Mount Leek, como metáfora de lo feo que puede ser Hollywood (o el éxito) de cerca.

Digo que la peli no es gran cosa porque tiene un problema de base: intenta contar la cruda historia de unas adolescentes metidas en la vorágine de la escena punk rock en los ‘70 y que, aunque no son Sid y Nancy, viven intensamente su éxito experimentando con las drogas o con su sexualidad. Pero la película está destinada a un público bastante joven, por lo que tampoco se permite llegar a escandalizar, así que me la la impresión de que les ha quedado algo descafeinada.

En reasumidas cuentas, veáis o no la peli, no os perdáis a las Runaways!

La película se estrena el 10 de septiembre.

Para más info sobre The Runaways puedes ir a esta web, donde se lo han currado bastante.