Juego de Tronos (Game of Thrones S01E02)
25 abril, 2011 11 comentarios
[Hay spoilers del capítulo.]
Puf, me vais a matar, pero es que el capítulo de hoy («The Kingsroad») no me ha gustado nada… Bueno, igual estoy exagerando, pero es que pasada la euforia inicial, todo me está empezando a parecer… no sé… como envasado al vacío.
Todo no, hay que ser justos. Pero es que los únicos momentos que me parecen realmente excitantes son aquellos en los que aparece algún Lannister (menos Joffrey, a ese sigo sin aguantarle y además ahora me parece que tiene cara de no ser de este mundo, pero para mal, no sé si me entendéis…) y eso que todavía no estoy en “esa fase”. Si no está Tyrion diciendo frases estupendas o el Follahermanas y sus hoyuelos, o la perraca de Cersei en plan “soy el mal encarnado” (por cierto, ¿por qué se inventan cosas???) el tema no hay por dónde cogerlo. Por lo menos hoy… no sé qué me ha pasado, igual soy yo, ¿eh?
Sí que me está gustando como queda Jorah Mormont, que es un personaje interesantísimo y del que siempre apetece saber más…
Y ojo, que el momento Catelyn luchando con el intruso que pretendía matar a Bran me ha encogido el estómago… Después, cuando ha entrado en acción el huargo ya no, se veía falso y parecía que el lobo se lo habían tirado a los brazos al hombre. El “juicio” de Arya (joder qué cara de pekinés tiene la niña esa, por cierto…) ha sido otro momento emocionantillo, ma non tropo, que hay cosas que al verlas representadas hasta me resultan ridículas, fíjate tú, con lo que he llorao yo por Dama…
Lo peor de todo es que mis dos personajes favoritos salgan tan mal parados: Jon Nieve es, definitivamente, un triste. Si no va a enseñar six pack mejor que no lo saquen, porque esa cara de pena permanente y como de “cuánto sufro, soy un bastardo” me pone a parir. Joder, ni que fuera Hamlet… Y, de nuevo, ¿por qué inventan?? No, si al final voy a resultar más papista que el Papa, yo…
Y esta chica tan mona que hace de Daenerys (sí, ya sé que se llama Emilia Clarke, pero dejadme que me salgo del papel…) cuando está calladita y sólo mira hacia Poniente está muy bien, en plan anuncio de perfume, pero no sé yo si algún día podremos ver la sangre del Dragón… Le voy a dar el beneficio de la duda por la escenita pseudo lésbica (aquí no voy a preguntar ¿por qué inventan?? porque ya lo sé, para calentar al personal, está claro). La escena de después con Drogo: a mí no me ha dado ni frío ni calor, y eso no es bueno, sobre todo teniendo en cuenta que en el libro, uf…
A veces es de agradecer que los guionistas se decidan a hacer tangibles las elipsis, más que nada porque mi imaginación no suele llegar a tanto…
También hay que tener en cuenta que en la serie las cosas pasan muy rápido, es como si lo estuviera viendo todo en fast forward y ahorrándose un montón de detalles. Igual ese es el problema, que una de las cosas que más me gustan de estos libros son los detalles. Pero es que los detalles son importantes, son los que te ayudan a conocer a los personajes y a saber porqué hacen las cosas que hacen y las que hicieron…
El Muro me ha gustado, es quite impressive así visto de lejos (veremos cómo queda más de cerca), pero en general en varios momentos (en algunos interiores y con los dothraki o a lo largo del Camino Real) la realidad me ha golpeado en la cara: es sólo televisión. Y hasta he pensado que habría estado mejor si hubieran hecho una peli como con “El Señor de los Anillos”, que el presupuesto sería mayor y no se verían esos extras haciendo las cosas como sin ganas. Pero claro, necesitaríamos una peli de unas veinte horas, ese es el problema, que diez episodios me parecen poquísimos!!! ¿Soy sólo yo? No he leído nada todavía de los demás así que es probable que sigan flipando…
Anyway, veremos a ver si en el próximo episodio recupero la ilusión, porque mi segunda lectura de “Juego de Tronos” no sólo me ha descubierto cosas fascinantes, sino que además está haciendo que valore infinitamente más la obra y eso hace que las expectativas para con la serie sean mucho mayores. Como me lo lea una tercera vez R. R. Martin me va a tener que poner una orden de alejamiento. Qué Dios nos asista…