La cruda realidad, Robert Luketic (2009)

La cruda realidad poster

Después de aquello de Killers (creo que todavía tengo secuelas, lo digo en serio…) imaginaos mis reticencias hacia esta peli anterior de Robert Luketic con esta chiquita tan mona (que es un eufemismo envidioso para “tía buena que te cagas”), la Heigl (yo es que como no he visto Anatomía de Grey no le tengo cariño, qué le vamos a hacer…). Pero recordé que a mi queridísima Uma le gustaba y decidí que tenía que darle una oportunidad.

Por desgracia, en el comienzo de esta cinta todo se estaba desarrollando por los mismos derroteros: mujer joven y atractiva de brillante carrera (productora televisiva en este caso) y que, sin embargo, parece subnormal cuando se relaciona con los hombres y no para de comportarse como si, en el fondo, lo que quisiera fuese morir sola y rodeada de apestosos gatos. Vamos, que estaba yo al borde de la limpieza de cutis.

Heigl

“Mamá, mamá, me han vuelto a dar el papel de Pava Total!!! La verdad es que lo bordo…

Pero de pronto, ¿qué ven mis ojos? Mmmm… [Léase con voz cantarina de zorrilla de alterne] Gerard Butler en todo su esplendor de macho Alfa… Y ¿qué me creo? Si encima es un cabestro, un energúmeno machistoide y deslenguado que utiliza a las mujeres y se burla del amor y el romanticismo… La cosa promete!

Gerard

“El Hombre Deseado ahora trae como complemento dos guarrillas para ponerlas a planchar o lo que se te ocurra.”

La verdad es que he acabado divirtiéndome mucho con ese tío tirándonos a las tías a la cara lo absurdas y predecibles que somos y lo sumamente equivocadas que podemos llegar a estar con respecto a las relaciones. Me he reído mucho con las verdades absolutas acerca de los hombres que se subrayan en la peli y creo que los chicos que vean la peli estarán de acuerdo en que no se les puede definir con más claridad y sencillez (y certeza). Me ha gustado el estilo de esta “guerra de sexos” y su utilización del lenguaje soez: qué le voy a hacer, debo de ser muy primaria, pero me divierte escuchar determinadas palabras en una peli americana convencional, aunque soy muy consciente de que la subversión termina ahí.

No nos olvidemos de que se trata de una comedia romántica y tiene sus convenciones (os las voy a intentar desgranar con detalle en mis próximos posts, pero todos las conocemos en realidad…) y con todas las que hemos visto ya podemos predecir lo que irá pasado hasta llegar el inevitable final. Pero no por ello deja de ser divertida la forma como lo han contado esta vez ni los personajes dejan de ser entrañables o simpáticos. Y estos los son (aunque los pobres bailan los dos fatal…).

Un, dos, cha-cha-cha...

Es que si además de guapos, altos, estrellas de cine y millonarios bailaran bien ya sería una ofensa para el común de los mortales…

Incluso la Heigl empieza a caerme mejor. Y después de haberme tragado hoy “27 Vestidos” en canal, os diré que ya la cuento entre mis mejores amigas… ^_^ Dios mío, este proyecto puede llegar a ser peligroso!!!!


¿Queréis saber la cruda realidad? ¿La descarnada, sin adornos (bueno, puede que algunos, que este blog vive a base de retórica…) ni falacias, dura y pura realidad??

La realidad es que casi todas las mujeres que conozco son atractivas, listas, están preparadas y son muy divertidas. Son profesionales muy capaces que realizan trabajos sofisticados y sobreviven en esta jauría humana postmoderna con una desenvoltura que sorprende. Pagan sus facturas y se proporcionan sus propios orgasmos. Lo mismo viajan solas, que cocinan y algunas, incluso, son capaces de instalarse unos códecs cuando es preciso …

Pero prácticamente todas son unas obsesas del control, unas neuróticas inseguras y absurdamente condicionadas por el montón de patrañas con las que se han criado. Por lo que respecta a los hombres, todavía creen en los príncipes azules, en los Mr. Right y las almas gemelas. Y es curioso, porque la mayoría son intensamente agnósticas, lo que quiere decir que no creen en Dios pero tienen una fe ciega en los cuentos de hadas… Curioso, cuando menos.

Ugly-Truth-Heigl-Butler_l

“Oye, no es la primera vez que me enfrento a uno como tú en un ascensor así que….¡qué corra el aire!!”

Son fácilmente manipulables en lo que respecta a su ideal amoroso y francamente patéticas en sus relaciones idealizando con facilidad la mas mínima chorrada intrascendente porque todavía aspiran a disfrutar de ese concepto etéreo (e inexistente) denominado “el novio perfecto” (también conocido en el pasado como “marido ideal”). Y eso se traduce en la pretensión gilipollesca de tratar de convertir a los hombres de su vida en una versión plastificada de lo que eran. Se juzgan duramente a sí mismas por lo que tienen, y no por lo que son, y se frustran permanentemente porque es inevitable cuando sueñan lo imposible.

Los hombres, por otra parte, son simples. Ah sí, y les asustan las relaciones…. ellos son más de felaciones!