27 Vestidos (Anne Fletcher, 2008)
16 agosto, 2011 10 comentarios
¿27 Vestidos? 27 collejas le daba yo a la tía esta, así, una detrás de otra y en to’l colodrillo…
Que empiece una peli y el punto de partida te parezca más improbable que uno conmigo comulgando, a día de hoy, con las cosas que hemos visto (no sé, viejos que se bañan en una piscina con crisálidas de aliens y se revitalizan -joer, que eso sí que es un spa guapo y no las chufas que nos venden…-, por poner un ejemplo a bote pronto ), es que tiene delito…
Y es que resulta, para el que no lo sepa, que la protagonista (una tal Jane, encarnada por la últimamente ubicua Katherine Heigl) es una pirada de las bodas que está asistiendo como dama de honor a dos de dichos acontecimientos a la vez (Jesús, María y José, la burra y el buey, si que te inviten a una boda ya me parece un mal rollo inhumano -claro, te invitan a que te pagues la cena -y algo más con lo que poder irse a Cancún- en el hortera-restaurante que los novios escogen para degustar un menú sintético compuesto de un déjà vu de entrante, con una carne -por llamarlo de alguna manera- y un pescado -pero ¿qué absurdez proteica es ésta?- de plato principal, para terminar con un postre a base de la típica tarta nupcial reseca e insípida que, eso sí, baja del techo mientras se escucha la predecible «I will always love you» versión «mi pobre Whitney Houston»), una por el rito hindú y otra más tradicional (hablábamos de la Heigl, por si os habéis perdido, que no me extrañaría…) pero ambas igualmente aborrecibles e intercambiables.
El armario de la vergüenza…
Si ese estúpido frenesí por el tema «bodorrio» no explica per se el porqué nadie ha llevado al altar a la moza de marras, explicaros que la muy ilusa está enamorada en secreto de su jefe (Edward Burns, un señor que prometía mucho en los 90 pero que hay que ver en lo poco que se ha quedado…) que, no sólo no se entera, sino que mantiene con ella una relación de lo más fraterna. Y hablando de fraternidades, pronto conoceremos a su hermanita menor (la de la pánfila), una fresca y caradura de tomo y lomo a la que se le pone entre ceja y ceja casarse con el amor platónico de nuestra pequeña y collejeable Jane.
Por otra parte, ésta entabla relación sin saberlo (ya sabéis, la típica confusión de identidades que no puede faltar en una comedia de este tipo…) con un periodista (a ver: ¿a quién se le ha ocurrido emparejar a la Heigl, que es una jaca jerezana, con este pony chiquilicuátrico del Marsden? Que no sabía yo quien era hasta que dice no sé qué de unas gafas y ya me di cuenta de que es Scott, también conocido como el pesao de Cíclope, hay que ver cómo engañan los trajes de neopreno esos con relleno de los X-Men, cagüentó…) encargado de cubrir la sección de sociedad (vamos, que es de la BBC) del periódico: un cínico que se carcajea del matrimonio pero que acaba encontrando interesante el asunto de la ONG que parece que ha creado nuestra protagonista: Damas de Honor Sin Fronteras (ni Pudor).
«Eres una giganta con los pies como un canguro, pero me gustas…»
Dicho todo lo cual, pensaréis que la peli es un mierdón. Pues no os diré yo que no, pero la verdad es que me entretuvo bastante y que hay alguna que otra escena divertida (en especial me gustó el papel de la mejor amiga de la prota, aunque es un prototipo del que ya hablaremos…). En cualquier caso es un vehículo de lucimiento para la Heigl, ya que parece que alguien en Hollywood se le puso en las pelotas hacer de esta chica una estrella y por empeño que no quede…!
Monidala's Blog 
¡Madre mía, menudo ciclo de la Heigl que te estás cascando ultimamente!!!!!Yo ésta la ví hace eones, no tengo excesivo mal recuerdo de ella, pero vamos, es una comedieta sin más… aunque a mí si que me mola el Marsden! jajajaja
Bua, tú con el Marsden no tienes ni para empezar! XDD
Uf, no sé, creo que no, tengo aversión a las bodas. Todas las cosas que has dicho sobre las bodas en este post las puse yo en los principios de mi blog: ODIO LAS BODAS!
xDDDDD juerrrr, que pacha, que quieres que coja fama yo también? jajajaja
Pegarme si queréis, pero he visto esta película 3 veces. Odio las bodas como la que más (mira que me costó sufrimiento encontrar un jodido vestido para la que tengo ahora, si lo se se lo pido a le Heigl), pero esta es la típica película para echar la tarde del domingo.Al Burns le pasó como el que iba para hombre pero se quedó en mono, y al personaje de la hermana de esta criatura no lo soporto, es tan súpermegaguay ella que me da regomello.
No, PERSE, pero no hay más que verte a ti (que eres una leona, aunque no Lannister) y al mindundis ese… XDDUy, SONIA, si yo todas estas ya ves que me las trago a tope así que ¿quién soy yo para juzgar…? Y la verdad es que tenía ganas de ver esta en concreto porque de las 800 veces que la han puesto por la tele me la había perdido siempre.De todo el armario de los horrores yo te veo con el traje de gótica. Estarías total! ;P
Uy, ANGEL, pues me voy a leerlo a tu blog, que yo soy mucho de despotricar de una boda… Sólo me parce que hay una forma digna de casarse: en Las Vegas y en secreto!!
xDDDDD ainsss, un poco leona si soy y too much maciza jajajajaSONIA, tu tambien tienes boda???? Yo el mes que viene y también me costó encontrar un vestido que no fuera rancio-rancio-bodorrio-lazo!!! Tienes que enseñarmelo! (Ahora está hablando mi yo superficial…)
Perse, tengo que hacer una entrada en el blog sobre ese tema de las bodas, ya verás ya!! Sip, también tengo boda el mes que viene. Tengo tantas ganas de ir como de tirarme por un puente.
XDDDD Ya tengo ganas de leer esa entrada sobre las bodas!! Pues a mí a priori las bodas me revientan, pero luego, oye, que me acabo integrando y me lo paso que te cagas! XD