101 cosas que hacer antes de morir (Vol. 1)

Estaba escribiendo una lista con las 100 cosas que quiero hacer antes de morir (pero no creo que la publique, es demasiado privada… igual hago una versión mainstream!) y, buscando ideas (parece que uno lo tiene claro, pero ¿lo habéis intentado? 100 cosas son muchas!) me he encontrado, en una web de una compañía de seguros (pero con un departamento de marketing estupendo, por lo que veo) esta lista con las 101 cosas que, según ellos, deberíamos hacer. La mayor parte son idioteces, la verdad, pero me ha parecido divertido compartirla.

Disculpad si la he cagado con alguna traducción!

1. “Escribir la historia de tu vida”: Creo que soy un poco joven todavía. Pero cuando llegue a los 98 años seguramente me gustará dictarle a mi macizo secretario con un título de Oxford la historia de cómo me hice rica y famosa y de cómo invertí todo ese dineral en juergas. Lo de antes de hacerme rica también lo contaré, será muy pintoresco…

2. “Ver todas las películas de James Bond”: Uf, me parece que voy a pasar… por lo menos de momento. La verdad es que no me va mucho el rollo (a lo mejor ya las he visto todas y ni me acuerdo). Noooo, las de Roger Moore ni de coña!

Pero vamos, los fans de Bond nos perdáis las entradas de El Especialista Mike sobre sus créditos iniciales. Mira, yo hace tiempo también empecé con algo así pero me canse…

3. “Ponerte a cantar (en voz alta, se entiende) en una tienda de música”: Ah, ¿pero quedan de eso? Pues no, no lo he hecho, aunque he representado una escena de Jesucristo Superstar en el aeropuerto, con coreografía y todo, igual también sirve…

4. “Construir una cueva de nieve (y pasar allí la noche)”: Vale, esto es una gilipollez. ¿Es que se piensan que soy yo el Superviviente? Me pilla mayor, ahora sólo duermo en hoteles, soy así de burguesa.

5. “Aparecer en el libro de los records”: Puf, ya iré pensando qué podría hacer que ningún otro subnormal haya hecho ya, pero no sé si me apetece mucho entrar en esa lista de tarados…

6. “Apagar tu móvil durante una semana”: Pero si esto lo hago yo semana sí, semana también… Más que nada porque se me olvida cargarlo y hasta se me olvida que lo tengo. Mis amigos y familia están de testigos: que lo digan, que lo digan! XD

7. “Participar en una carrera disfrazado por una causa benéfica”: Madre mía, si correr ya es un suplicio, encima disfrazado! Me entraría la risa y el flato. A lo mejor muy borracha…

8. “Gastarse el sueldo de un mes en unos zapatos”: No es por presumir, pero unos zapatos de un mes de mi sueldo sería algo pecaminoso (y lo sé porque he visto mucho Sexo en Nueva York y Carrie nunca se ha gastado tanto…). No-no-no-no! Lo máximo que me he gastado en mi vida en unas botas han sido unos 125€, y yo creo que como broma, ya está bien… No llegaría a más de 300€ a no ser que fueran tacones de diez centímetros indoloros.

9. “Pintar un auto retrato”: Con mis habilidades pictóricas lo más probable es que acabara pareciéndome mucho a la fregona. No me siento capaz… Alguna auto-foto sí que me he hecho (no en plan Scarlet Johanson, mal pensaos…) y también he salido fatal.

10. “Enterrar una cápsula del tiempo”: Mira, eso podría tener gracia… Lo que pasa es que hay que ponerse a pensar qué enterraría uno y tal. Igual cuando la niña sea algo más grande lo hacemos: seguro que a ella le hace gracia.

11. “Dejar en herencia un millón de dólares (con instrucciones para se gasten en una fiesta)”: Jo, ya me gustaría… Aunque si te digo la verdad, lo que me gustaría de verdad es ir a esa fiesta de un millón de pavos.

12. “Aprender a tocar, al menos, una canción”: Hombre, por fin una que ya puedo tachar. La verdad es que sé tocar más de una canción (aquí hablamos de cantidad, no de calidad… ;p). Cualquier día os sorprendo con un video mío tocando, así, por animar el cotarro.

13. “Plantar un árbol y grabar en él tu nombre”: Vale, lo de plantar un árbol tiene sentido. Es un clásico, de hecho. Pero ¿grabar en él mi nombre? Es como si a mi hija le tatuara Monidala en el culo… No lo veo.

14. “Ir de vacaciones sin equipaje”: Estos no me conocen… me río yo de la Piquer. Es imposible, a no ser que vaya a Nueva York aprovechando un buen cambio euro/dólar y me lleve sólo maletas vacías para hacer compras… De otra manera, lo veo inviable.

Pero tengo un amigo que una vez se vino a una acampada con lo puesto (y eso quiere decir sin tienda, ni saco, ni mochila, etc.). Aunque le dejaron un colchón y se tuvo que tapar con toallas las pasó putas (y nosotros nos desgüebábamos, claro…)

15. “Pasar una noche en la ópera”: Pues esto también lo he hecho. No hace mucho y de hecho lo conté aquí… Y pienso repetir, me gustó bastante (aunque la próxima vez en mejores localidades).

16. “Aprender un idioma distinto al tuyo”: Otra que me apunto. Hablo inglés y sobrevivo en alemán. Ahora, que haya llegado a conseguir una perspectiva diferente del mundo por ello… no sé yo.

17. “Gastar una broma elaborada”: (Supongo que es eso). No me gustan mucho las bromas. Como no tengo sentido del humor me cabrean bastante y por ello no me suelo implicar en bromas a otros.

18. “Ser el anfitrión de una fiesta en plan cocktail”: No me veo yo a lo Judit Mascó… Aunque si cuenta el hecho de que los colegas se hayan tomado unas copas en tu casa, entonces sí! ;p

19. “Pasar el día de Navidad ayudando (como voluntario o algo así)”: Yo lo más que hago el día de Navidad es ayudar a mi santa madre a que se terminen (y por lo tanto, no tengamos que tirar a la basura) los canapés de salmón que hizo en Nochebuena. Llamadme samaritana, si queréis…

20. “Meditar durante tres horas seguidas”: XDDD Ni que fuera yo el Dalai Lama… Venga, no me digas… Yo no puedo, a los tres segundos ya estoy pensando cosas como: “Mmm, tengo hambre!”. Soy la Homer Simpson de la meditación.

Continuará…