In the mood for love (Wong Kar-wai, 2000)
21 febrero, 2012 1 comentario
[Ya sé que a lo mejor resulta repelente tanto cine de autor, pero cuando uno paga por las pelis que ve, se vuelve algo más exigente…Además, cuanto mayor calidad tenga aquello que veo normalmente, con más saña criticaré los bodrios que me salgan al paso y que no sea capaz de esquivar!]
Hace ya más de 10 años que anda por el mundo esta obra maestra incontestable de hongkonés Wong Kar-wai y reconozco que, además del sublime tema principal de su banda sonora (Yumeji’s Theme, de Umebayashi), utilizado hasta la saciedad por la televisión, apenas conocía algunas escenas en las que me parecía que siempre había una mujer china elegantísima con una melancolía infinita subiendo o bajando unas escaleras o un señor chino muy atractivo pero atribulado fumando y apoyado en una pared.
Y así es. Pero esto sería como decir que “Las tres gracias” de Rubens son tres tías gordas desnudas bailando en corro.
Siniestro señor con dolor de muelas.
Con su película, Wong Kar-wai nos permite espiar la relación que se establece en el decadente Hong Kong de 1962 entre el sr. Chow, Tony Leung –contención y sobriedad en una composición extraordinaria- (redactor jefe de un diario local) y la sra. Chan (la secretaria de una compañía naviera), Maggie Cheung –fotogenia absoluta que trasciende la pantalla y que podemos palpar-, vecinos en sendos pisos compartidos que recuerdan a aquellas casas de huéspedes que nos contaba Berlanga en su cine. A pesar de estar rodeados de gente, ambos pasan mucho tiempo solos ya que sus respectivos cónyuges no suelen estar en casa (y también se ocultan a espectador), así que se hacen compañía hasta que descubren que sus parejas les engañan y son amantes. Entonces su relación dará otra vuelta de tuerca entre lo enfermizo y lo dieciochesco.
Un meublé diseñado por David Lynch.
De un romanticismo sangrante, su relación se emparenta con las grandes historias de amor trágico de la historia del arte, aunque contada sin histrionismos y con una sutileza casi embarazosa. La soledad, la espera, la pasión contenida, el momento equivocado, la nostalgia por aquello que fue y por lo que no será (no en vano el título original es “Fa yeung nin wa (花樣年華), que como todos sabemos, en cantonés significa “la magnificencia de los años pasa como las flores”), llenan cada rincón de esta película de sensaciones.
A ello ayuda sin duda su puesta en escena, siempre es espacios angostos, escorzos en los que se encuentran estos amantes como suspendidos en el espacio-tiempo. Secuencias en las que se repiten los momentos, las miradas que dicen más que los diálogos, la música que nos transporta a esos lugares del corazón donde guardamos viejas heridas que no dejamos cicatrizar a fuerza de hurgar en ellas…
Perhaps, perhaps, perhaps…
Y de vuelta a la tierra, el vestuario que luce Maggie Cheung. Una colección de vestidos (qípao es el verdadero nombre de esta prenda tradicional china) elegantísimos y ultrafavorecedores que hacen a esta bella actriz más estilizada si cabe y que fueron diseñados por William Chang, colaborador habitual de Kar-wai y al cargo también del diseño de producción y el montaje, además de productor de la película. Un auténtico manual de estilo.
Más que imprescindible, debería estar incluida en los temarios de Historia del Arte. Pero sobre todo es una gozada que se paladea lentamente y que nos va envolviendo para atraparnos y hacernos suyos. Una delicatessen que puede ser apreciada por toda clase de público (sobre todo por aquellos que hayan guardado alguna vez un secreto en el tronco de un árbol) excepto por los impacientes, que se pueden empezar a preguntar “¿cuándo va a pasar algo?” cuando en realidad ya haya pasado…
“In the Mood for Love” es la segunda parte de una trilogía formada también por “Days of Being Wild” (1991) y “2046” (2004).
Ufffff…. por favor, vuelve al cine basura!!!!!