LO DE LA COPA DEL REY ME TOCA LAS NARICES, mira tú…!

Refunfuños de una madrileña atlética que siempre ha sido pro-catalana y pro-vasca, pero cuya paciencia, como la provincia de Palencia, tiene unos límites…

Como toda España (incluidos los territorios díscolos) sabe, el Real Madrid se ha negado, con la excusa de que están reformando los baños (se ve que tenían las bajantes fatal…), a albergar la final de la Copa del Rey entre el Barça y el Athletic (¿o es entre el Athletic y el Barcça? Ni idea, pero tanto monta, monta tanto…) y la FEF ha decidido que sea el Vicente Calderón el estadio anfitrión de tamaño evento futbolístico.

Parece que esta decisión no ha gustado a nadie y anda todo Dios con un mosqueo de órdago. Los finalistas se quejan (además del futurible estado del césped tras el concierto del marido de la Gwyneth y los suyos) de que el estadio no tiene suficiente capacidad para atender la demanda de localidades de los aficionados (hombre, en el caso del Barça se pueden entender, pero si quisiéramos meter los cerca de 55.000 leoncillos que cabrían en el Calderón en la sacrosanta Catedral, corregidme si me equivoco, pero se saldrían por los bordes…). Además, especialmente los bilbaínos (los azulgranas con tal de poder ir a la Cibeles a amargar merengues lo demás les da igual…) están diciendo que van a boicotear la ciudad poniéndose en modo Hermandad del Puño para no hacer gasto en la Capital del Imperio.

Llamadme de ofendimiento fácil si queréis, pero yo me veo en la obligación de exclamar un ¡se vayan todos a celebrar la final a Laponia, hombre ya!

Primero, el Vicente Calderón no es el Bernabéu, ni falta que nos hace… (dicho sea con todo el pesar de mi corazón, pero en eso reside la magia de ser al’lético, en que somos un equipo orgullosamente humilde, o como dice Harvey, madridista de pro -y mi padre para más inri, así que cuidaito con lo que decís-, de la gente de mal vivir -y a mucha honra añado yo!!!!-). Pero es un estadio con la máxima calificación de la UEFA y un lugar histórico que ha presenciado finales épicas, partidos de un Campeonato Mundial, conciertos de U2 y a Luis Aragonés rascándose el ojete, a ver quién supera eso…

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Y nosotros pensando que a los del Athletic (uy qué modernas ellas, escribiéndolo en inglés…) les haría ilusión jugar en un estadio roji-blanco, y mira tú…

Tampoco está en la Castellana, pero oye, la Rivera del Manzanares está bien bonita en esta época del año y tenemos cerquita la M-30 para que los que vengan en coche se puedan perder a gusto por sus túneles cuando deje de llegar la señal a los GPS y vivir una experiencia extra sensorial, que eso, no está pagado con dinero… vamos, que el caso es quejarse. ¿Qué no hay sitio para montar una carpa para celebrar a lo ghetto? Coño, pues ponedla en la Casa de Campo, que es bien hermosa (si no os importa tener como banda sonora el reggaetón, claro…)!

Luego está lo de que Madrid tenga que ser siempre objeto de inquina por parte de ciertas gentes de provincias (serán de gran ciudad, pero demuestran muy poco mundo los que así opinan) culpándonos a la totalidad de los madrileños (y sus polínganos) de todas las decisiones institucionales. Una vez en las fiestas del barrio de Gràcia (en Barna) uno me preguntó de dónde era y, al decirle: “De Madrid” (la verdad es que dije “De Madrí”), me soltó un “¿Sabes que eres un símbolo de la represión?” que me dejó bizca… Yo, desde el punto de vista platónico, puedo ser el símbolo de varias cosas, pero de la represión, no, no creo vamos…

No tenemos la culpa de estar en el centro del país y muy bien comunicados por tener ese monstruoso aeropuerto y porque todas las putas autopistas nacionales partan de nuestras entrañas. Ya tenemos suficiente con sufrirlo todos los días de nuestra vida. Madrid es una ciudad acogedora con la mejor oferta hostelera de España (y de Europa me atrevería a decir, porque lo que es a bares no nos gana nadie…) y la ponemos a disposición de todos nuestros visitantes con la mayor hospitalidad (y con ánimo de lucro, todo hay que decirlo, pero oye, en Barcelona no te ponen una tapa gratis con la caña ni a punta de navaja, y en Las Vascongadas (a que jode?) los pinchos (venga vale, pintxos) son de mucho ringo-rango, pero también los cobran como tales.

Yo voto porque a las hordas de culés y leones les sirvamos la cerveza a palo seco. Ale! Bueno, mejor no, que sino se entocinan y se nos mean en los monumentos como los guiris…

En resumen, que me he sentido muy ofendida y lo tenía que decir. Pero como no soy rencorosa, voy a desear suerte a las dos hinchadas. Personalmente no tengo mucha preferencia por ninguno de los dos equipos pero igual como que me alegraría un poco más si ganara el Athletic (más que nada por si en el fragor de la celebración a Llorente le da por quitarse la camiseta…), aunque mi corazón albergue el secreto e inconfesable deseo de que después se hunda la Gabarra con to’ Bilbao dentro (uy, que se me ha visto el rencor…!) ;p