Madrid Restaurant Week 2012: Urkiola Mendi
25 marzo, 2012 7 comentarios
Seguimos explorando las posibilidades que nos ofrece vivir en esta ciudad que sólo duerme la siesta… Del 16 al 25 de marzo se ha celebrado la VI edición de la Madrid Restaurant Week (una iniciativa exportada directamente de Nueva York) en la que, al precio de 24+1€ de donativo para una causa solidaria (sin IVA), se podía disfrutar de un menú degustación (que no incluía bebidas) en 47 restaurantes de alta gastronomía.
Nosotros habíamos reservado en Urkiola Mendi porque nos sedujo el menú y además está bastante cerca de casa (Arturo Soria, 51), así que, allá que nos fuimos el Hombre Tecnológico et moi…
Mira mi driver!!!!
Aunque en Atrápalo, donde hice la reserva, indicaban que el metro más cercano es Ciudad Lineal, nos alegramos mucho de haber llevado el coche ya que el restaurante está como a un kilómetro de dicha boca de metro. Además se aparca fenomenal: en la mismísima puerta, vamos…
El sitio nos gustó desde el primer momento: es muy bonito y moderno y la camarera que nos atendió, encantadora. Tienen una carta de vinos impresionante, pero nos conformamos con un Solar Viejo (Rioja) crianza del 2008 por 18€ que la verdad, estaba bastante rico (yo sólo pude tomar un poquito ya que me tocaba conducir de vuelta, pero en fin, ya me desquitaré… ;p).
Algunas se arreglan para que las miren los hombres; otras, para hacer rabiar a las demás mujeres. Yo, para honrar a las delicatessen…
Y con el vino servido, empezaron a llegar los deliciosos platos del menú. Comenzamos con ensalada escalivada de hortalizas a la brasa y antxoas (lo escribo como aparece en el menú…) en salazón.
La verdad es que debería haber puesto “antxoa en salazón” porque sólo había una, y es la única pega que se le podía poner al plato porque estaba exquisito…
Además nos trajeron las croquetas variadas de la casa: una de cocido, otra de chorizo y otra de bacalao. Muy ricas. Sobre todo me sorprendió la de chorizo porque no lo había probado nunca. Dicho así parece poco, pero la verdad es que eran las cantidades justas para comérselo todo con ganas pero no llegar a cansarse de nada.
A este entrante le siguieron los txipirones en su tinta con cebolla confitada y migas de pan brioche.
La verdad es que visto así (jo, qué mala fotógrafa soy…), parece chapapote, pero estaban estupendos, y eso que yo no soy mucho de un chipirón…
Tan entusiasmados estábamos con la llegada de la hamburguesa de buey gallego a la brasa de carbón de encina que a partir de ese momento se me olvidó hacer fotos, pero más o menos tenía esta pinta. Mira que he comido hamburguesas, pero desde luego ésta, sin ser la clásica al no estar entre pan y todo eso, ha entrado en el Olimpo de las Burgers(Cangreburgers). Absolutamente deliciosa, tanto que no estaba yo muy segura de querer tomar el postre para que no se me fuera ese sabor tan rico…
A pesar de ese temor, hicimos un poder (smuacks! ;p) para atacar el postre. En teoría debería haber sido pastel vasco con helado de mantequilla salada y crema de nueces, pero se ve que algo les pasó con el helado porque al final el pastel vino acompañado de sorbete de café.
Tampoco hay foto y tengo que decir que es lo que menos me gustó. El pastel en cuestión (desconozco cuán típico es y si estaba elaborado según la receta tradicional, por lo que juzgo sólo el que comí el sábado) me pareció muy parecido a una tarta de Santiago pero con algún tipo de fruta dentro. Vamos, que no me impresionó gran cosa. El sorbete de café sí que estaba sorprendentemente delicioso.
Salimos de allí con un muy buen sabor de boca y con ganas de volver a este sitio a probar más cosas del menú.
Yo desde luego el año que viene no me pierdo este evento porque es una manera muy asequible de disfrutar de manjares fisnos, que no sólo de raciones viven los pickwickianos!!!