Una petarda en Poniente (Game of Thrones S02 E04 Juego de Tronos 2×04 “Garden of Bones”)
25 abril, 2012 4 comentarios
Bueno, os digo que estoy un poco ya hasta el fandango de escribir los comentarios estos y me siento poquísimo inspirada, así que a ver si hoy nos sale más ligerito juntando algunas escenas que se desarrollan en el mismo escenario…
Bosque (exterior noche): La cosa empieza con las conversaciones porteriles despellejantes de dos soldados Lannister en la que, aunque no queramos, nos tenemos que enterar de que la Trini es la pasiva de la pareja (¿sí? pues yo hubiera dicho que lo era la Marica de las Flores. De verdad, qué nos importarán a nosotros las intimidades de estas dos…!). Pues estas dos cotillas acaban como el rosario de la aurora con la aparición estelar de Viento Gris.
Y estoy hasta el fandango +100 de que a Robb le saquen siempre con una cara de malo que parece el Carnicero de Milwaukee. Y la tal Talisa ésta a la que le está metiendo fichas, ¿quién es?? Pero ¿qué invento es esto? ¿Será Jeyne Westerling de incognito? Lo sabremos en próximos episodios de “Canción de Fuego y Hielo versión Me lo Invento Sobre la Marcha”.
Desembarco del Rey: Ostia le daba yo a Joffrey el Monguer (el primero de su nombre pero sólo porque no se puede ser más tonto) abusando de su poder con Sansa (pobre mía). Menos mal que Tyrion es un señor de los pies a la cabeza (vamos, 50 centímetro de señor) porque sino… (y Bronn con su “No hay cura para la imbecilidad”, qué total!).
Conste que me está pareciendo de pecado el ninguneo al que la serie viene sometiendo a mi amado Sandor Clegane, al que sólo han dedicado un par de planos poniendo cara de “me parece todo fatal pero me callo porque soy Perro fiel” y lo del momento capa, que es tan bonito, pero yo creo que se merecía más, pero bueno…
“Y aunque tú me echas en el abandono…”
Y qué desagradable la escenita del sadiquismo del Monguer. Pero qué manera de desperdiciar a dos muchachas lozanas… ains… los hay que no saben disfrutar de la vida… con el bonito sándwich que se podía haber montado, pero claro, se ve que éste es más de empanada…
Campamento Trinis: Lord Baelish yo no sé cómo tiene tiempo de hacer tantas cosas (proxeneta, Consejero, Tesorero, conspirador… es la Cospedal de Westeros!), pero ahí le tenemos de nuevo, ahora con Renly Trini (“yo no soy esa que tú te imaginas”) que yo ya no sé ni lo que pretende. Y luego le vemos en modo reportero del Tomate con Margaery….
Menos mal que Catelyn le pone las peras al cuarto pero a base de bien. ¿Será payaso el notas con su rollo “no es verdad ángel de amor” en presencia de los sacrosantos huesos de Neddy?
El secanío: El kalashar pone rumbo a Quarth, que es una ciudad gobernada por los Trece (os juro que de esta parte no me acuerdo de nada…). El cabecilla de los mismos me ha recordado infinito a Herodes el de Jesus Christ Superstar en versión “show me the dragons”. Y Danny: “Mis dragones no son monos de feria!”. Y si no llega a ser por un negraco con un nombre lleno de equis, se nos hubieran ido de vacío.
Quarth es como Marruecos: uno va con su buena intención, y lo único que le dejan ver son puertas. Muy bonito todo, unos goznes divinos.
Harrenhaaaaarl: Arya y los Niños Perdidos se ve que han cogido un atajo y han llegado a Harrenhal (que yo no me lo imaginaba tan roto pero ahí hacen falta unas reformas serias, no me extraña que Meñique ande cabreao, con los preupuestos que le habrán pasado para arreglar eso…) sopotocientos mil capítulos antes de lo debido, pero como ya están allí, pues no se van a volver. Allí está la Montaña (de Mierda) con sus torturas, su colección de cabezas de Comansi y su diversión para todas las edades, lo que da lugar a que Arya aumente su famosa lista negra (yo tengo una que dice así: Aznar, Acebes, Zaplana, Aguirre, Cospe, Soraya, Montoro…).
Precisamente nuestro querido Gendry está a punto de ser torturado cuándo ¿qué ven mis ojos? El Lannister definitivo aparece en lontananza montando su corcel: es El Innombrable, la bestia parda de Roca Casterly. Pero que, las cosas como son, también tiene dos dedos de frente y en lugar de torturar a lo gratis, pone a todos los prisioneros a trabajar.
En un prao en mitad de la nada: Reunión de Baratheons con sus rencillas (que si “de pequeños mamá te quería más a ti”, que si “claro, como yo era el soso de la familia no jugabais conmigo y estoy traumao”… esas cosas). Lo que queda claro es que va a haber batalla aunque Renly’s army supera en mucho al de su hermano.
“Go West(eros), life is peaceful there…”
Desembarco del Rey (otra vez): Que Lacel Lannister (era hermoso y rubio como la cerveza, su pecho tatuado con un corazón) es una nenaza, lo sabíamos hace tiempo, pero que además era un lelo y un bocachancla sólo nos lo imaginábamos. Confirmado este punto, Tyrion ya lo tiene también trabajando para él.
Costa de Rocadragón: A Lord Seaworth le asigna Stannis la misión de volver a su época de contrabandista, pero ahora en lugar de tabaco americano y medias de nylon, lo que tiene que transportar es a la odiosa Mariliendres (qué bonito ese “Extraño que el Señor de la Luz os pida trabajar en la oscuridad” que le suelta nuestro amigo Davos) que va tope de misteriosa con una capa muy abrochadita para lo re-fresca que es ella.
Pero en cuanto llegan a su destino, la tía asquerosa se quita la capa y, no sólo está en pelota picá, sino que además está preñada como una perra y se nos pone a parir allí mismo!!! La pobre es tan mala que lo que le sale de dentro es el mismísimo humo negro de Perdidos que, tras dejar su cuerpo, se convierte en una criatura que no pinta nada de amistosa.
Lo que yo decía: una loca del c***!!
Y telón.