A lo Panenka…
28 junio, 2012 12 comentarios
Ya me cansan los que se jactan de su enorme conciencia social e intelectual a costa de hacernos creer que esto debería ser inversamente proporcional a lo que te preocupen los resultados de la Selección Española en la Eurocopa (o el fútbol u otros deportes en general).
El ser humano (incluso en su versión española) resulta ser una compleja amalgama de racionalidad y emociones y nuestra esencia poliédrica nos permite no dormir por las noches velando por el incierto futuro de nuestros ahorros, cabrearnos por las mañanas por la ineptitud de políticos y gestores, reír a pleno pulmón de un chiste verde bien contado por un compañero de trabajo a la hora de comer, emocionarnos con lagrimilla con una película por la tarde y hasta enamorarnos apasionadamente por la noche, si se tercia.
También hay una parte, probablemente primitiva y tribal, que nos lleva a convertirnos en un amasijo de nervios parte de la masa vociferante que anhela disfrutar de ese poquito de gloria compartida que delegamos en unos jovenzuelos multimillonarios en pantalón corto. Cuando se trata de la selección se añade un plus: además está en juego el honor de un pueblo (ya, ya sé que siempre habrá algún gilipollas que irá con el equipo rival, allá cada cual…).
“Hot’tia! Que me lo paro! Casi estoy por dejarlo entrar que luego no hay quien aguante a la tropa con lo de San Iker…”
Ya sabemos que eso no va a hacer que mejore nuestro salario mínimo, ni que baje la prima de riesgo, ni que Mariano & Co. sean enviados a Marte en un cohete a propulsión, pero durante un par de horas es emocionante dejarse llevar por un sentimiento que nos une a todos y que, en caso de victoria, te hará abrazar a un total desconocido como si fuera un hermano que regresara ileso de la Guerra de Secesión.
Que sí, que nos ponemos groseros y faltones con el fútbol (cómo sino se podría escuchar a una señora fisna y licenciada soltar un “Métesela como a Shakira!!” ante el lanzamiento de penalti de Piqué?); que se nos sale un poco la cadena con el tema de las supersticiones (esa baldosa es un talismán!!! ;p); que cuando nos dejamos vencer por el desánimo y perdemos la confianza, tiramos a nuestra selección del pedestal en el que los tenemos subidos y hasta les damos con él… ; que las chicas hasta somos capaces de decir que no nos gusta nada Ronaldo (estoy de acuerdo en que esa nuez se la debería hacer reducir un poco, ¿no?); en definitiva, que saca nuestro lado más animal (por no decir directamente bestia!).
Pero eso es lo que lo hace grande: que nos permite dejar a un lado toda esa racionalidad que nos encorseta y libera nuestro “yo” más auténtico. Además, qué coño, que nos lo pasamos bien! Anoche en el Circus se sufrió mucho. España entera sufrió mucho. Pero al final mereció la pena: estamos de nuevo en una final y, pase lo que pase este domingo, que nos quiten lo ganao!