Caperucita Roja (¿A qué tienes miedo?) (Catherine Hardwicke, 2011)
23 julio, 2012 4 comentarios
Jo, pues a pelis coñazo como ésta, a qué voy a tener miedo?? Si es que me lo ponéis a huevo…
[Al Hombre Tecnológico le da vergüenza que escriba este post, porque así se sabrá públicamente para nuestro escarnio, que hemos visionado semejante truño al amparo de la nocturnidad y alevosía veraniega con ventilador de fondo. Que conste en acta que si estaba a nuestra disposición, no fue precisamente por mi habilidad para la obtención de copias fraudulentas de contenido cultural audiovisual, que soy una inútil integral (joer, casi escribo un soneto…), así que, blanco y en botella… jijijiijij Qué mala, pero qué mala soy…!]
Total, que la cosa empieza (después de la Intro boba y como de cuento de rigor en la que ya nos enteramos de que los protagonistas están muy unidos desde canis) con que a la Amanda Seyfried ésta, también conocida como “Cacho Carne con Ojos”, aka “¿Por qué no seguiste haciendo anuncios y nos dejaste en puto paz?? (Oh wait, si esto es un anuncio de hora y pico…)” el lobo le ha matado a su hermana. Como a la niñata ésta le han puesto la voz de doblaje de Bella (estos truños no se pueden ver en VOS, sería como cagarse en los Renoir…), se ve que se ha contagiado la apatía, y en vez de desolada, la muchacha pone todo el rato cara de que le hayan cateado el examen de francés.
“Jo Cari, la profe me tiene manía y encima el lobo mata a mi sister…. Llevo un semestre fatal…”
Viven en un pueblo cuarto y mitad de “El bosque” de Shylmantnyighmalan (rama lama ding dong… coño, cómo se llame, que es muy tarde y la Wikipedia está cerrada!) y otro poco de “El jinete sin cabeza”. De esta última coge tantas cosas que parece la muleta en la que está apoyada toda la película. Vamos, sólo falta que en algún momento la cámara enfoque por error fuera de campo y aparezcan Tim Burton y Helena Bonham Carter sentados haciendo calceta mientras disfrutan del rodaje, con esa pinta de tarados que tienen los dos, qué hostia les daba…
Caperu tiene dos buenos mozos a sus pies: el leñador (que tiene pinta de futbolista de primera división) y el herrero (que también). Su padre es el que hace de padre de Bella en los Crepúsculos, que está un poco encasillado ya el hombre como progenitor de muchachas acosadas por monstruos del Averno, y la madre es una señora que se ha tragado a Virginia Madsen (va a ser que es el lobo…). La abuelita es Julie Christie, una pena que se tenga que ver haciendo estos truños la maravillosa Lara de “DoctorZhivago” (película a la que ésta sólo se parece en que sale nieve, por lo demás, no son ni de la misma especie…). Luego sale el niño de “Único testigo” en el papel de agorero y plasta.
Pero el remate del tomate de este casting es la aparición estelar de Gary Oldman en una de esas interpretaciones ultra sobreactuadas (con deciros que el tío que le dobla se tuvo que poner tres gramos de speed para poder seguirle el ritmo…) con la que intercala otras memorables este actor que está entrando por méritos propios en ese club hasta ahora frecuentado por Pacino, De Niro y Christorpher Walken. Está tan ridículo que dan ganas de meterle en el elefante de chapa ese y prenderle fuego (o mejor no, que así todavía gritaría más el condenao!).
“Estoy en un descanso, pero yo no me salgo del papel, que soy un pofesional…”
La película es muy ridícula toda y pesada y cansina como ella sola. Esta diseñada para jovenzuelos pre púberes en edad de descubrir el onanismo, por lo que no falta alguna escenita de sexo de anuncio de colonias de esas de mucho refriegue (lo que viene siendo el heavy petting de toa la vida) pero sin consumar, muy Mormón todo…
Una pérdida de tiempo con efectos digitales de los que cantan por soleares (el lobo da risa y esta más flaco y escuchimizao que los huargos de JDT. Un asco. Ale. A dormir!