Brave (Mark Andrews y Brenda Chapman, 2012)

Brave

Teníamos unas ganas locas de ver esta peli, y por fin ha llegado el momento!

Y sí, estoy de acuerdo con los que dicen que no está a la altura de obras maestras como “Toy Story 3” o especialmente “Up”, pero también con los que la describen con adjetivos (bastante femeninos, todo hay que decirlo…) como “deliciosa” o “preciosa”.

Además también me ha parecido divertidísima, ágil y que está llena de personajes entrañables. No es demasiado original, pero sí muy emotiva (vale, es verdad, yo lloro con casi todo lo que me gusta: a ver cómo me las apaño con el mal de Stendhal en Florencia… en fin…).

A pesar de que la modernidad postfeminista haya dicho llegar a nuestras vidas cual primavera a El Corte Inglés, las chicas (mujeres, señoras, niñas, mozas, qué más da…) de hoy día seguimos necesitando historias como ésta en las que se reafirme nuestra capacidad para la independencia y la toma de decisiones sobre nuestra propia vida como individuos completos en nosotras mismas.

Merida

Merida: una chica con una par!

Por otra parte, las complejidades de la relación madre-hija que se exploran en “Brave”, a mi modo de ver de manera certera y lúcida, son un ciclo inevitable y, las que fuimos hijas pero ahora somos madres de niñas-que-algún-día-alcanzarán-la-terrorífica-adolescencia, sabemos que nos encontraremos en la tesitura de lidiar con la necesidad de libertad y rebeldía de esas muñequitas que antes era nuestras sin condiciones y sin cuestionar (bueno, a veces un poco, que las hay tremendas desde pequeñas…) nuestras decisiones maternales, siempre tomadas en aras del “lo mejor para ellas”, cuando en realidad sea “lo que me aporta más tranquilidad a mí”.

Merida y Elinor

“Esto me va a doler más a mí que a ti.”

En cualquier caso “Brave” es una película de animación sobresaliente (a nivel técnico es absolutamente irreprochable: la magnificencia de los paisajes escoceses es tan abrumadora como encantador el diseño de personajes) y entretenidísima, con una historia bonita y tierna que a la vez está llena de un sentido del humor poco sofisticado pero muy eficaz.

Ideal para que la disfruten los críos, es una peli familiar que nos recuerda, especialmente a las mamás, que hay que cuidar los vínculos. A los que vayan buscando una nueva clase magistral de Pixar, el guión quizá les pueda resulta algo flojo: me temo que con “Up” pusieron el listón muy alto.  Pero los incondicionales siempre estaremos ahí porque en lo que hacen jamás faltan deslumbrantes destellos de genialidad.

Otro ejemplo de ello es “La luna”, el impresionante corto que precede a “Brave”. Una auténtica belleza que estuvo nominado este año al Oscar como mejor corto de animación. Hace que merezca mucho la pena llegar a tiempo al cine.

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Por cierto, también deberíais quedaros hasta después de los larguísimos títulos de crédito, especialmente aquellos que no soportáis los cabos sueltos por insignificantes que sean…

Cómo había podido vivir hasta ahora sin… WHOMADEWHO??

WhoMadeWho-Brighter

El flechazo me ha llegado hoy mismo así que apenas sé nada de estos tres daneses locos que se reunieron en 2003 y que hacen ésta música (según la Wiki, “dance punk”, y no me puede gustar más esa etiqueta ^___^).

Me los ha descubierto Siglo XXI porque, aunque no os lo creáis, en ocasiones siento la imperiosa necesidad de escuchar canciones que no contengan la expresión “mamita loca” en su letra…

Además de componer lo que me está pareciendo un musicón, tienen unos videos estupendos. Éste es un díptico titulado “The Pitfalls of Modern Man” y reúne los temas “Runing Man” y “The Sun” y es una chulada gafapástica que describe con sarcasmo esta bonita sociedad nuestra rodeada de vacío existencial en la que ya no sabemos desde qué puto escalón de la Pirámide de Maslow saltar…

Si ya los conocíais, contadme qué os parecen. Sino, también. Si os APTC, vamos… ;p

Buen fin de semana!

Todas las canciones hablan de mí (Jonás Trueba, 2010)

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Me da la impresión de que Jonás Trueba es uno de esos chavales-viejunos al estilo de Juan Manuel de Prada y que le pesa mucho el pertenecer a una familia de rancio abolengo en eso de la “culturetalidad”. A pesar de que su primera película tiene atisbos de capacidad para el cine, está demasiado lastrada por la nostalgia de cosas que no ha vivido y por una cierta pretensión de hacer un film a lo Nouvelle Vague y que acaba pareciendo un remake de “Alta Fidelidad” rodado por Garci.

La peli es una especie de “romantic dramedy” que tiene por protagonista a otro viejoven de esos que llevan jerséis horrendos, zapatos de jubileta y ¡trenca! Ramiro (Oriol Vila) es un filólogo de unos veintitantos al que recientemente ha abandonado su novia y le ha dejado con una cara de lelo que no veas. Alternando el tiempo presente con flasbacks, Trueba nos va contando la (casi nula) evolución del triste éste por ver si supera lo de su ex, si echa algún que otro polvete y si se decide por cambiar una vida bastante sosa que transcurre entre la librería (rancia, como todo lo que sale en la peli) que regenta con su tío y el tiempo que pasa con sus amigos (uno que es todavía mas soso que él si cabe, y el otro que habla raro y siempre lleva algún sombrero para que sepamos que es el excéntrico y el que tiene miedo a crecer.

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“Esta camisa es infumable, pero yo me la pongo porque soy un rebelde…”

Varias cosas me han chirriado especialmente:

· La voz en off. No sé si es el actor o el propio director, pero ese sonido inexpresivo se hace bastante molesto.

· Los diálogos pomposos en los que los actores deben hacer un esfuerzo sobre humano para resultar naturales. En particular el momento “carta” de la ex (Barbara Lennie) es físicamente desagradable para el espectador por cursi y ajeno a la realidad actual.

· Las citas cultísimas y las alusiones pedantes del tipo “la paradoja matemática de la nostalgia” (aunque el concepto en sí pueda tener validez) que en The Big Bang Theory tienen gracia pero que aquí carecen de ironía. Todo resulta muy artificial y engolado. Lo dicho, este es un viejoven.

· La música extradiegética del año la polka que además no pega nada con la escena. Especialmente en la última (y bastante ridícula) secuencia ¿de qué va eso??

· La niña esa que hace el papel de jovencita-revulsivo para el protagonista (Miriam Giovanelli). Repelente e insoportable. Sus memeces sobre filología (y morfosintaxis… vamos, no me jodas) también me han parecido superpedantes.

· No me había dado cuenta, pero el cartel es alusivo a “Manhattan” de Allen a más no poder: lo siento, Jonás pero te falta mucho sentido del humor…

A ver si en próximos trabajos decide hacer una peli sin tantas pretensiones porque la verdad es que con la cámara no lo hace mal. Seguro que si se relaja y no quiere parecer un chico muy leído (que lo será) que sabe mucho de cine (que seguro que también) y decide hacer su película y no la de otros, le saldrá algo mas auténtico. Y espero que menos plomizo.

Ojo, que por otra parte se agradece una peli española en la que Mario Casas sin camiseta no tenga cabida… ;p