Dos días en Nueva York (Julie Delpy, 2011)
16 febrero, 2013 Deja un comentario
Hasta la semana pasada ni había visto «Dos días en París» ni sabía que existía, pero como me invitaron a ver ésta que es la secuela de aquella, pues me puse las pilas en plan «pero mira que pro, como me documento» y la vi. Oye, pues me hizo bastante gracia. No sé si será Adam Goldberg, que siempre me ha parecido gracioso desde que le conocí como compañero de piso psicópata de Chandler en «Friends» (también me pone bastante perraca, pero eso ya es otra historia que no viene al caso at all…), si será el sentido del humor neurótico a lo Allen o la histérica familia francesa de manual (de manual de los clichés, pero manual al fin y al cabo…) de Marion, pero aunque entiendo que la cosa a algunos les pueda resultar cargante, yo lo disfruté.
Por suerte para mí, «Dos días en Nueva York» es más de lo mismo. Sustituyendo a Adam Goldberg por Chris Rock (oye, pues pasamos de judío a negro y la cosa no se ha resentido demasiado en lo del sex appeal -sí, estoy superenferma-). En este caso, y como es fácilmente deducible por el título, es la exasperante familia francesa la que viene de visita a Nueva York a casa de Marion (Delpy) y su nueva pareja, Mingus (Rock).
En la sauna con tu suegro: un clásico del mal rollo.
Sobra decir que esta película no tiene sentido verla si no es en V.O., ya que las conversaciones en inglés y francés se intercalan, y muchos de los gags provienen de la dificultad de entendimiento, especialmente entre el socarrón y rijoso padre de Marion (y de Delpy, by the way…) y el humorista afroamericano.
Se hecha de menos a la madre sesentayochera (Marie Pillet, la madre de Delpy en la realidad, falleció en 2009), pero no falta esa hermana psicótica que siempre dice (y hace) lo más inapropiado en cada ocasión. Como muestra, el hecho de traerse al risible personaje de Manu: la pesadilla de los novios celosos.
Yo pienso que la película no tiene mayor pretensión que la de divertir a través de situaciones con las que nos podemos identificar en determinados momentos de la vida («…squeezing, squeezing, squeezing, squeezing!») relacionados con la pareja, los hijos, la carrera profesional, la lacra que supone a veces la familia, etc.
La familia y el pesacado: a los dos días, huelen!
A mí estas comedias de Delpy me funcionan, así que si hace más de este estilo, me apunto (todavía no he visto «Le Skylab», no sé si estará en la misma onda… ).