Musical (and reflexive) Friday: «So Many Men So Little Time» (Miquel Brown)
20 septiembre, 2013 Deja un comentario
Un sabio que conozco me soltó una noche tremenda la frase, al hablar de los hombres y su fobia ancestral al compromiso: «Una es demasiado y todas no son suficientes». Autoexplicativa donde las haya.
Pero parece ser que en los tiempos modernos, esos nowadays en los que «you can even marry Harry but mess around with Ike», las mujeres no son inmunes a dicho mal. Y es que empezamos a parecernos tanto a los hombres que cualquier día de estos, se presentará el primer caso de cáncer de próstata femenino y nos sorprenderá tan poco como que algunos tíos que conozco rompan a menstruar (los productos de higiene íntima masculina se llamarían cosas como Torpedo 5000, sería muy gracioso…).
¿Qué nos está pasando? Las webs de contactos proliferan facilitando enormemente eso que antes era tan complicado de «conocer gente nueva» (joer, había que salir de casa!). Allí podemos reinventarnos y dejar atrás nuestro pasado para ser alguien nuevo, porque parece que sólo nos interesa lo nuevo. Esto, unido a esa sensación que no nos abandona jamás, por culpa de las redes sociales, de que probablemente lo estaríamos pasando mejor en otro sitio y con otra gente, hace que nunca podamos pensar que hemos encontrado a la persona adecuada, sino que está por llegar, que puede ser en la próxima llamada, en el próximo whattsap…
Nos hemos vuelto tan expertos en encontrar defectos en los demás como lo somos en encontrarlos en nosotros mismos, y nuestro grado de tolerancia es tan mínimo que una única persona nunca será suficiente. Necesitaríamos un harén para poder complementar carencias y darnos por satisfechos.
«Bah, seguro que tiene los tobillos gordos…»
Y de hecho, algunos los tienen… La alternancia de varias parejas sexuales (con o sin su conocimiento), la promiscuidad competitiva, la infidelidad manifiesta, el sexo en grupo, el swinging, el cruising… las posibilidades son, al parecer, ilimitadas.
Se diría que «ahora que follar es fácil, lo difícil es enamorarse», la fantasía más perversa es la de tener sexo con amor.
Hombre random: «¿Y esa música de Dirty Dancing? ¿No esperarás que te haga el amor?»
Mujer random: «¡No, por Dios! ¿Por quién me tomas? Sólo espero que lo finjas.
Hombre random: «¡Ah, vale! Entonces ponte mirando a Montana que te voy a hacer un «Leyendas de Pasión», que me sale bordao«.
Qué disfrutéis del fin de semana… si podéis!