(Strictly) Musical Friday: «Crying» (Roy Orbison)
11 octubre, 2013 4 comentarios
Una cosa que hacemos los yonquis de la música (ayer mi dealer de reproducción legal me falló un par de horas y estuve a punto de hacer acopio de discografías como si fueran garbanzos en época de guerra), y de manera inevitable los que tratamos de reproducir canciones con instrumentos (yo es que a lo mío no lo puedo llamar tocar…), es ser muy conscientes de la estructura de los temas. Y de eso va la vaina de hoy.
Elaborando La Playlist de los 50′ (el rollito pin-up se me está yendo pero mucho de las manos, a este paso acabo visitando a las tropas de la II Guerra Mundial…) he acabado leyendo sobre Roy Orbison y su especial forma de componer, que según él no era más que fruto de la ignorancia, pero cuya innovación ha sido destacada por algún que otro mindundi de la profesión como Bob Dylan, Elton John o Bono, y me ha parecido muy bonito comentarlo.
Ya sabéis que la mayoría de las canciones pop responden a un esquema bastante estandarizado que se podría representar así: A-B-A-B-C-A-B, donde:
A: Estrofa
B: Estribillo
C: Puente. No pretendo ofender a nadie explicándolo, pero como seguro que hay algún despistadillo, el puente o interludio es esa parte de las canciones en las que varía notablemente la melodía (puede ser instrumental o tener letra) y que suele estar después de la segunda vez que oímos el estribillo en una especie preparación para el clímax final. Por ejemplo en «Suspicious Mind» de Elvis :
[ATENCIÓN: LA INTERPRETACIÓN DESPRENDE TANTO CARISMA QUE TODO AQUEL QUE NO TENGA LA SUFICIENTE AUTOESTIMA PUEDE QUEDAR TRAUMATIZADO PARA SIEMPRE. AVISO]
El puente sería cuando El Rey da la señal, se apagan las luces, y canta lo siguiente en la postura más sexy del mundo:
«Oh let our love survive
Or dry the tears from your eyes
Let’s don’t let a good thing die
When honey, you know
I’ve never lied to you
Mmm yeah, yeah»
Por supuesto las variaciones son múltiples, pero en el caso de Orbison ya te vuelves loco.
[Digresión in progress: De hecho, yo siempre he sentido la inmensa inquietud de no tener claro si «Oh, Pretty Woman» (Intro-A-B-A-C, donde B es un puente y C una coda) es la mejor canción de la historia aunque no tenga estribillo o si se trata de la canción-estribillo definitiva (pero no me hagáis mucho caso que yo le doy muchas vueltas a todo, como cuando en la pubertad casi muero de preocupación porque aquel bulto en mi pecho no podía ser otra cosa que un tumor muy maligno, y claro, aunque era atea rezaba con fervor para no morir virgen, que me parecía el peor de los destinos…).]
En este compositor, y siempre según dice Peter Lehman en su libro «Roy Orbison: The Invention of an Alternative Rock Masculinity», es posible encontrar canciones en las que no hay ninguna repetición en la estructura, como ocurre en «In Dreams» (Intro-A-B-C-D-E-F), u otro single como «Running Scared» (A-A-A-A-B) en la que la misma parte se repite constantemente creando un suspense que se solo se resuelve al final.
Pero el Musical Friday de hoy es «Crying», de la que Lehman dice que tiene una compleja estructura en siete partes (A-B-C-D-E-F-A’-B’-C’-D’-E’-F’) que adquieren variaciones en su repetición. Yo si os soy sincera sólo encuentro esto: Intro-A-B-C-A-B-C, pero me da igual. La progresión de este «bolero rock», los múltiples (y evocadores) sonidos instrumentales que enriquecen la melodía, lo desesperanzado de la letra (en plan «es que no me sale de las pelotas olvidarte, mira tú…») y la emoción de la voz de Big O la convierten en una obra maestra de la canción-terapia. Ahí os la dejo, que los psicólogos están carísimos.
El vídeo (con Springsteen y Costello al acompañamiento) corresponde a «Roy Orbison and Friends, A Black and White Night», que es un programa que se emitió en 1988, un año antes de su muerte y en una época en la que disfrutó de la gran popularidad y atención que merecía y que le fue negada injustamente durante los años 70′ y los primeros ’80.
Os deseo un fin de semana a la altura de la banda sonora que os propongo.
Enorme Roy Orbison y gran canción Crying… Esa larga intro en D y D+ pasando a Gm… ese final metiendo un Sim bellísimo… Diferente, como muchas de sus canciones. Saludos y Suerte…
Es que cómo es el Sim… ;p
Bm…
Así todavía suena mejor… ;p