Sitges 2015 – Love (Gaspar Noé, 2015): Je t’aime, moi non plus

La pretensión de Noé con «Love» es, ni más ni menos, señores y señoras, la de captar en el cine la esencia del sexo sentimental (el sexo con amor, pero dicho más pedantemente), cosa que jamás se ha conseguido (éste no ha visto «Dirty Dancing»…).

Esto se verbaliza tal cual os lo cuento en la propia película, por boca del protagonista, un aspirante a cineasta norteamericano, un gilipollas egoísta añado yo, del que casi lo único bueno que se puede decir es que tiene un buen rabo.

Prototipo del típico gilipollas que no sabe lo que tiene hasta que lo pierde en su momento «llorar en la ducha».

Como Noé además de pretencioso y narcisista (el director galo -que igual es normando, vaya ud. a saber- se autoreferencia varias veces en la peli  hasta se da un papel para poder unirse a la orgía), es muy de contar historias con la cronología alterada, que eso siempre epata mucho al personal (ya lo hizo con «Irreversible»), el típico chico-conoce-chica empieza por chico-vive-una-vida-de-mierda-desde-que-perdió-chica y de a ahí vamos un viaje invertido con doble tirabuzón y corridas en 3D hacia el origen de esta histeria (sic) de amor entre Murphy, el gilipollas ya mencionado, y un cliché de mujer francesa cinematográfica de toda la vida: bella, sexy y espontánea, pero a la vez pura carne de psicoterapia (se llama Electra, no os digo más), excesiva e histérica. Vamos, lo que viene siendo la puta loca francesa que todos conocemos de cientos de películas.

Ya desde su estreno en Cannes quedó claro que la pretensión de Noé no se había hecho realidad, pero lo que no me imaginaba es que una película con tanto sexo explícito iba a ser tan mortalmente aburrida (y eso que me lo debería de haber olido después de aquello de «9 Songs»).

Para empezar es larga, pero larga nivel pesadilla y tenemos que aguantar toda las variedades de polvo que os podais imaginar entre esos dos insufribles, pero tanto en la ejecución del sexo en sí como en la forma de rodarlo, de la forma menos imaginativa posible (polvo pasional, polvo tierno mirándose a los ojos, polvo en el pasadizo donde violaron a la otra, polvo cabreado o polvo con rabia, polvo aquí te pillo aquí te mato en lavabo de discoteca, polvo ahora vamos a hacer un trío con la vecina que es nuestra fantasía de toda la vida, polvo orgía en plan ya nos volvemos locas, etc.). No sé, no creo que hiciera falta y un poco de capacidad de síntesis hubiera sido muy de agradecer después de dos horas de película.

«¿A que no hay huevos a hacer un trío en modo estrellas de mar?»

En mi opinión, este melodrama pseudoerótico tampoco consigue que empaticemos con el protagonista y su agonía por haber perdido a la mujer amada (por gilipollas y por egoista, todo hay que decirlo). A mí lo único que me hizo algo de pupa en todo el metraje fue volver a ver cierto lugar muy concreto de la geografia parisina, a la sazón donde los dos tarados de marras se conocen y comienza su romance, para nuestro sufrimiento. Aunque obviamente de ese dolor no se le puede adjudicar el mérito a Noe, sino a otro gilipollas egoísta del que casi lo único bueno que se puede decir es que… ;p

Lo peor: 

A) Que no da para paja. Igual será que estoy en la cuarta glaciación, pero a mí me ha excitado entre poco y nada.

B) La utilización  abusiva de la música de Satie. Si en «Magical Girl» daba la pincelada que aportaba en un momento muy concreto una gran inquietud a la escena, aquí acaba agotando por su omnipresencia sin criterio aparente.

Lo mejor:

Que aunque por momentos os parecerá que no, al final se acaba.

Programación Sitges 2015 Vol. 1

No soy ninguna eminencia en el género fantástico y aún menos en el de terror (para eso ya está Guardia Oscura que será mi flamante cómplice de correrías en Sitges este año), pero como soy empollona y gafotas, pues hago los deberes para llegar preparada al festival y poder fingir que sé de qué va la vaina.

Maggie (Henry Hobson)

La temática zombie parece no estar agotada. Ahora nos llega en formato drama y con un sorprendente protagonista para este género: Arnold Schwarzenegger. ¿Qué va a ser lo próximo? ¿Meryl Streep haciendo una de kung-fu? La verdad es que a la tía ya es casi lo único que le falta…

La peli, que ya se ha exhibido en varios festivales, ha recibido críticas diversas, pero en cualquier caso será interesante comprobar si Zunzunegui posee un registro dramático verosímil.

The Gift (Joel Edgerton)

Pues resulta que hay una productora llamada Blumhouse y que está especializada en pelis de terror como las sagas Paranormal Activity o Insidious, entre otras muchas (y una que no se podría considerar de terror pero que da bastante miedito y que es una mis favoritas del año pasado: el películón Whiplash) y que son los responsables de la producción de la primera película como director de Joel Edgerton, un actor australiano (también la protagoniza) si habéis visto Zero Dark Thirty o El Gran Gastby. Yo la verdad es que conozco mucho mejor al otro protagonista: Jason Bateman, al que pocas veces (vamos, ahora mismo me obligan los nazis a mencionar una y no sería capaz) hemos visto fuera de la comedia pura y dura.

Este thriller psicológico se me parece a esos típicos de los noventa con un amigo cabrón que primero es guay pero que luego te fastidia la vida a tope de gama. A ver qué tal…

Victoria (Sebastian Schipper)

Me apetece horrores esta peli alemana con protagonista española y rodada en un plano secuencia de 140 minutos. Se llevó el Oso de Plata en el pasado festival de Berlín y está siendo la sensación. Qué curioso que prácticamente haya coincidido con Birdman… Tengo que decir que me enloquece un plano secuencia: lo que implica de necesidad de planificación y ensayo los convierte siempre en un gran reto.

Life (Anton Corbijn)

Otra que seguro merecerá la pena es la última creación del ínclito Corbijn, ya sabéis, el famoso fotógrafo y director de videoclips que marcó estilo en los noventa, trabajando con los más grandes del pop-rock y siendo emblema de la imagen de Depeche Mode.

Con cuatro largometrajes en su haber (si no tenemos en cuenta sus películas puramente musicales), en esta ocasión dirige este drama sobre la amistad del fotógrafo Dennis Stock (Rober Pattinson) y el mítico James Dean (Dane DeHaan, que lo tiene difícil para emular su carismática y magnética personalidad) . No espero ninguna obra maestra, pero seguro que será interesante.

Cooties (Cary Murnion y Jonathan Milott)

Otra de zombies, aunque esta vez en clave de comedia (ya sabéis, zombedy!), con Elijah Wood y siendo los infectados los críos de un colegio y los protagonistas un puñado de profesores tratando de salvar sus vidas. ¡No me digáis que la metáfora no se las trae!

Espero que sea una gamberrada cachonda y políticamente incorrecta, francamente.

Continuara…

Sitges Film Festival 2015 (9-18 octubre 2015): «What’s in the fucking box?!»

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No se me ocurre mejor manera de aliviar este largo y gélido verano que con una terapia de choque superintensiva: inmersión salvaje en el cine fantástico y de terror, porque cuando se tiene mucho miedo, poco espacio queda para otros sentimientos, desde el vacío existencial al agobiante calor que no da tregua. Y de paso, me sirve de entrenamiento y preparación para el Festival de Sitges, que este año no se me escapa.

El inquietante cartel de esta edición, la 48ª del Festival Internacional de Cinema Fanàstic de Catalunya, homenajea a «Se7en» con ese trozo de cartón de la cajita-regalo con la que el adorable psicópata John Doe provoca la ira del Detective David Mills. Un peliculón al que siempre hay que volver y con el que Fincher creó escuela.

Ir desgranando la programación del festival, que se celebrará en octubre en esta ciudad catalana a la que guardo un cariño muy especial y recuerdos maravillosos de adolescencia y besos con sabor a gofre belga, y hacerme un ciclo con películas relacionadas me ocupará las próximas semanas. De momento os dejo con el teaser del festival para que se os vayan afilando los colmillos.