Juego de Tronos (Game of Thrones S01E01)

juego_de_tronos_logo
[Escribo esto tras haber disfrutado (y mucho) del piloto de “Juego de Tronos” («Winter is Coming»). Como, a mi pesar, todavía me queda mucho de la lealtad de los Stark, preferiría no publicarlo antes que mis guruses (que, ya nos contarán su experiencia en la première, pero creo que es posible que a partir de ahora Canal + desbanque a Cuatro en lo que se refiere a la mutilación de series de culto, exhibiéndola en su pre estreno sin sonido…), pero como tampoco quiero leer nada antes de redactarla, lo preparo y la programo para mañana a las 14:00…
Para los que no la hayáis visto, puede que cuente alguna cosita, pero no será desde luego un spoiler si no lo aviso convenientemente. Pero si preferís no saber absolutamente nada, como me gusta a mí y por lo que he intentado ver lo menos posible sobre la serie, mejor leedlo después de haberla visto. Pero desde luego, vedla, no os arrepentiréis.]
Hoy hemos cenado prontito y hemos acostado a la peque para poder ver la serie con tranquilidad. Ella no estaba de acuerdo, y decía que quería ver “el juego de tronos”, a lo que su padre con gran criterio ha respondido: “Tú lo que vas a ver es el juego de tronas”. Ha habido buenas risa. Luego ya ha venido lo serio…

Victoria Pickwick (la primera de su nombre) en el auténtico y genuino «Juego de Tronas».
Después de la secuencia inicial que abre uno de los mayores y más atractivos enigmas de la serie podemos gozar de la cabecera: es brillante y espectacular, muy currada y con una música épica y contundente. Parece ser que el mapeado variará en cada episodio en función de los lugares que aparezcan, ¡me parece total!
Supongo que hay dos maneras de valorar el primer episodio de “Juego de Tronos” (que dicho sea de paso estoy de acuerdo con Trikar en que debería llamarse “Canción de Hielo y Fuego”; a no ser que la próxima temporada se denomine “Choque de Reyes, añado yo…): como la encarnación de la saga (para aquellos que lo han leído -sean fans fatales o meros lectores, si es que se puede hacer tal distinción porque no me imagino que nadie pueda leerlo y no enamorarse de sus personajes y tramas-) o como una serie de televisión (para los que no lo han hecho).
Ya os conté que terminé la primera novela hace poco, pero como la había empezado en la Era Terciaria, estoy releyendo de nuevo (y descubriendo cosas que se me habían escapado y entendiendo mejor otras. Por cierto, me urge un debate con la Asamblea de Majaras porque hay varios misterios que… bueno, ya hablaremos…) así que lo tengo todo bastante fresco en la memoria (y en mis notas, porque mi espíritu de empollona que creía doblegado está resurgiendo con una pedantería sin igual).
La adaptación me parece realmente buena. Es muy complicado resumir tantísimas cosas que ocurren en las primeras cien páginas de la novela, y evidentemente es aún más difícil trasladar todo aquello que pasa por la cabeza de los personajes. En ese sentido creo que los creadores de la serie cuentan un poco con lo que los lectores pondrán de su cosecha por conocerlo previamente, y me da la sensación de que los que no lo leyeron se perderán un poco, al menos al principio, entre la maraña de personajes y sus no tan conocidas motivaciones. No significa que no se pueda seguir la trama, ni mucho menos, pero quizá haya un riesgo de simplificar a algunos personajes (cosa que incluso en el libro tendemos a hacer para después sorprendernos cuando pensamos que ya les conocemos).
game of thrones
Sean Bean: Born to Stark.
A pesar de todo ello, creo que han sabido resumir bastante bien los eventos (echo de menos algún flashback de eventos pasados, espero que en próximos episodios los haya) y especialmente las conversaciones, en las que se ha mantenido muy bien el espíritu e incluso las frases memorables. Me han sorprendido algunas escenas que no aparecen como tales en el libro pero que me han gustado y ayudan a condensar y a presentar a los personajes principales (bueno, la de Tyrion en el burdel me ha sonado más a excusa para sacar más tetas y culos, pero Dios me libre de quejarme de eso…), aunque no entiendo muy bien porqué la opinión de Catelyn en un punto crucial es justo la opuesta que tiene en el libro (supongo que era más sencillo así…).
La ambientación es soberbia, está cuidada hasta el último detalle tanto en decorados como en vestuario, etc. Las localizaciones son una pasada también y me han gustado mucho los cambios de iluminación en cada una de ellas. En ese sentido es muy difícil, sino imposible encontrarle un pero (y no es que yo quisiera hacerlo).
Jaime-Lannister
Jaime Lannister: guapo que jode.
El casting no es 100% de mi gusto, sobre todo porque claro, yo no me los imaginaba así… Bueno, Sean Bean es perfecto para interpretar a Eddard Stark (hay que ver lo bien que le queda a este señor un pelo largo, una barba y una capa, vamos que ha nacido en la época incorrecta) pero para Robert Baratheon me esperaba a un actor al que pudiera imaginar apuesto en otro tiempo, cosa que no me ha pasado para nada; los Lannister me parecen todos adecuados menos Joffrey, que se supone que es guapo pero que tiene una cara de higo que tira pa’ trás; Emilia Clarke es preciosa y hace una Daenerys muy dulce, me gusta; pero lo de Khal Drogo todavía no lo tengo claro: entiendo que es un personaje con un físico extremo y Jason Momoa desde luego lo tiene, pero no me ha terminado de cuadrar, igual ha sido ese maquillaje que me ha recordado al Genio de Aladdin en una peli de los ‘50… Otro que se nota que está disfrazado es el que hace de Viserys (aunque lleve las mismas pintas que Daenerys no le queda igual, es un poco lo que pasaba con Legolas y Elrond, que lo mismo que Orlando Bloom estaba para comérselo, a Hugo Weaving no había por dónde cogerlo…). A Jon Nieve (a pesar de que ya había visto imágenes del tal Kit Harington) tampoco me lo imagino así cuando leo (vale que es un personaje torturado, pero es que tiene siempre una cara de penita, el pobre…), aunque ese momento torso desnudo que nos han regalo by the face tanto de él como de Robb me ha parecido que le hace ganar muchos puntos, mira tú… #Haztefan.
Khal Drogo
Yo por si acaso no le pediría los tres deseos…
Las interpretaciones me han parecido en general muy buenas. Destacaría de nuevo a Sean Bean, que no sólo tiene el porte de un Señor del Norte sino que además también le imprime su carácter; Michelle Fairley (Catelyn Stark), una actriz a la que tengo que querer, ya que fue muy suegra en «Misfits»; Nicolaj Coster-Waldau (Jaime Lannister), con todo el cinismo y apatía necesarios para su papel; Lena Headey (Cersei Lannister), que a Hitchcock desde luego le encantaría porque es una de esas rubias de apariencia fría y con un volcán en su interior; y, especialmente a Peter Dinklage (el Gnomo,Tyrion Lannister) que tiene un papel que es un bombón y parece que ganas de aprovecharlo. Le auguro un gran futuro en los próximos Emmy. Aunque después no sé qué será de su carrera, me da que le van a encasillar… (lo sé, lo sé, y estoy supersonrojada en este momento, creedme… XDD)
game-of-thrones-serie-300x181
Me casé con un enano, salerito, pa jartarme de reir…
Sólo hay, en mi opinión, un momento en el que el perfeccionismo imperante ha fallado y que no está a la altura del resto, ACHTUNG, PSEUDOSPOILER!: durante la reggaetonera boda de Drogo y Dany hay una pelea a muerte entre dos dothrakis en la que, lo siento, pero se notan las coreografías más que en mi clase de Aerobic. Espero que esto mejore porque el realismo es fundamental en estos casos…
En resumen, (y a pesar de ese pequeño detalle) aunque ya esperaba un trabajo de mucha calidad, me ha sorprendido, me ha encantado y no me pienso perder un episodio. No es que sea recomendable, es que es casi obligatoria.
Yo, como sigo superflipada con la saga (en “Choque de Reyes” sigue tomando altura tras el espectacular despegue de su predecesora) ya me estoy diseñando el blasón de los Pickwick. ¿Qué os parece que nos pega más: Manolo Blahniks sobre alfombra roja o un hard crash sobre pantalla azul??
“Game of Thrones” se estrenó el 17 de abril en EEUU (HBO) y se estrenará oficialmente en España en Canal + hoy, 19 de abril. Para los proscritos de la descarga, ya está disponible en su distribuidor habitual de materiales dónde la legalidad pierde su casto nombre, ains…

Se acerca el invierno “(¿Tú también, Monidala, jamía?)”

Pues sí, queridos sí, yo también me uno al famoso lema de los Stark (aunque ahora mismo me sienta más de la sangre del Dragón…), que, aunque suena a previsión meteorológica surrealista dadas las fechas en las que estamos, no tengo muy claro todavía si es premonición o amenaza…

Para los que no me entendáis, lo que pasa es que he sobrevivido a la lectura completa de “Juego de Tronos”, la primera novela de la saga de George R. R. Martin “Canción de Hielo y Fuego”, y no podía por menos que dedicarle un post, aunque estoy sacando el tiempo de escribirlo de mis horas de sueño en estos momentos de actividad frenética que estoy viviendo por culpa del IMSERSO y sus deliciosas vacaciones subvencionadas a la Manhattan de la Costa Blanca.

Trono de Hierro

Ese oscuro objeto de deseo: El Trono de Hierro. Lo primero que haré cuando aposente mis turgentes nalgas en él será contratar un diseñador de interiores. ¿Es que en Westeros no habéis oído hablar de la ergonomía? Lo siguiente: imponer las patillas por decreto entre mis vasallos.

Hasta hace unos meses yo vivía ajena (y podríamos decir que hasta feliz) a la existencia de esta obra de fantasía épica de la que pronto verá la luz el quinto libro de un total de siete. “Me la presentaron” precisamente dos amigos blogueros muy fans (en Sonia Unleashed o en Guardia Oscura encontraréis TODO lo que se refiere a este tema, especialmente lo relacionado con la serie de TV que se estrena próximamente. De hecho, estoy segura de que tienen materiales promocionales que ni las lumbreras de Marketing de la HBO saben que existen. Sí, dan un poco de miedo, pero hay que ver qué a gusto me he sentido yo siempre entre la gente que lleva su entusiasmo a lo patológico…) a los que nunca se lo podré agradecer como merecen (más que nada porque casi estoy resignada a no volver a “oír su rugido” en persona; hay que ver los Lannister como son, antes muertas que sencillas… ¿y lo que les va un dorao, que parecen gitanos?), aunque seguro que ellos ya saben que les tengo presentes en mis oraciones…

A pesar de sus fervientes recomendaciones, yo me adentré en la novela con cierto escepticismo, como siempre hago cuando me asomo a estos universos potencialmente frikis: de Star Wars, y a pesar de haber visto las 6 películas, ya sabéis que sólo hay un momento que salvo de la quema del tedio y la grandilocuencia y es el famoso morreo en la Luna de Endor (llamadme romántica y melancólica, que yo sé que lo que soy en realidad es cursi y sentimental…); Star Treck me ha parecido siempre, sin ánimo de ofender, ¿eh?, una sandez con jerseys de colores y ni en esas tardes veraniegas de tierna juventud, de vagancia y reposiciones he sido yo capaz de ver ni un episodio, que me daban más pereza que “Jara y Sedal”. Aunque, como en la vida no se puede decir de este agua no beberé ni a esa convención trecki no iré vestida de teniente Uhura, no os toméis este comentario como un escupitajo al cielo, que no hay que tentar a la suerte…; con “El Señor de los Anillos”, la que más se puede parecer a lo que hoy os comento, tuve unos inicios fatales: “El Hobbit” me lo habré empezado a leer como trescientas veces pero siempre acabo de enanos hasta las narices y me rilo, y a punto estuve también varias veces de rendirme con “La Comunidad del Anillo” porque, francamente, no se puede ser tan pesado describiendo paisajes, coño, que una piedra es una piedra, lo mires como lo mires… Pero a partir de “Las Dos Torres” la cosa se empezó a poner emocionante y al final me tuve que rendir a la evidencia: es una historia maravillosa. Tampoco soy tan fan como para haber podido con “El Silmarillion” o manifestarme en la puerta de la casa de Peter Jackson exigiendo que rehaga la versión extendida para meter a Tom Bombadil, pero sí soy de las que consideran que el final de “El Retorno del Rey” no es, ni de lejos, demasiado largo y lloro a moco tendido cada vez que veo [OJO, SPOILER MORTÍFERO] al pobre Frodo despedirse de su amada Comarca para irse, Dios sabe donde, con los lánguidos y paliduchos elfos…

Daenerys Targaryen

Daenerys de la Tormenta: “Si vuelvo la vista atrás, estoy perdida”. Pues nada, hija, tú siempre hacia delante y sobre todo, que no te toquen los huevos.

El escepticismo inicial me duró poco: “Juego de Tronos” es de esas historias que atrapan bastante pronto, a pesar de la dificultad que entraña la profusión de personajes. Aviso para navegantes: si os animáis a leerla, que sea en una edición que contenga glosario de personajes (que suelen ser todas, hasta la mía aunque yo me haya dado cuenta al acabar, que soy así de lerda…) porque los hay a miles y, para colmo, a varios de ellos se les llama por su nombre, por su diminutivo, por su apodo o por su cargo de manera indistinta y os podéis hacer un jari tremendo, sobre todo al principio cuando uno todavía no se ha hecho con ese “algo” que individualiza a cada personaje, no sé si me explico…

Lo que a mí me ha pasado (y creo que todos los que lo leen), y por lo que he tardado tantísimo en leerme este libro (es largo, pero ¿más de tres meses? No es propio de mí, desde luego…) es que uno se involucra tanto en las peripecias de los personajes que acaba tomándoselo todo de forma demasiado personal (y que R. R. Martin sea un sádico tampoco ayuda, nena…). El caso es que en cuanto te encariñas con los personajes y te identificas con su causa, pasan cosas que te cabrean y te sublevan (pero hasta límites insospechados) y ya no sabes qué pensar, y claro, yo ese descoloque permanente lo llevo fatal. En más de una ocasión he cogido mi e-book y lo he metido en el congelador al grito de “¡Ahí te quedas!” y han tenido que pasar a veces hasta semanas para volver a sumergirme, con mucho miedo, en la lectura de sus páginas.

Jon Nieve en el Trono de Hierro

Aquí Jon Nieve, aquí una admiradora, una esclava, una amiga, una sierva: le perdonaré cualquier cosa que haga en el futuro incierto que se nos avecina sin importarme lo más mínimo sus orígenes (que ya me voy yo oliendo la tostada…)

Es una historia llena de pasiones, ambición y ansia de poder, rencores y venganzas, la corrupción más abyecta vs. la inocencia más pura (y viceversa…), traiciones, intrigas, batallas sangrientas y amores truculentos. Y mucha, mucha muerte y destrucción. Dura y cruel como la vida misma. Todo ello escrito en un estilo sencillo pero emocionante, con escenas bestiales y diálogos brillantes llenos de frases para el recuerdo (yo las estoy recopilando, igual un día os las pongo por aquí…) Vamos, una joya que no os podéis perder.

Ya sé que todavía apesto a verano, que no sé nada y que estoy tan verde que meo hierba pero, aunque tenía planeado seguir con mi vida como si tal cosa al acabar “Juego de Tronos” (empeñada en terminarla a pesar de lo orgánica que se estaba volviendo su lectura sólo por el mero hecho de que no soporto dejar cosas a medias), me temo que “Choque de Reyes” es la próxima parada de mi destino. Confiaremos en que los Dioses nos sean favorables…