To The Wonder (Terrence Malick, 2012): A la maravilla pasando por taquilla

Sólo hay dos clases de personas:  a las que no les gustó «El árbol de la vida» y las que dicen que les gustó.

Y una vez tocadas las pelotas, divaguemos sobre  el cine y el amor.

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Qué les pasa a los hombres (Ken Kwapis, 2009)

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A los hombres no les pasa nada especial (lo de tener alojada la parte del cerebro desde la que toman las decisiones en las mismísimas gónadas forma parte de su normalidad viril… ;p). A las que nos pasa algo es a nosotras, que como ya os he dicho varias veces estamos por lo general enfermas de romanticismo y padecemos el síndrome del cuento de hadas en fase muy terminal y no conseguimos ser felices hasta que no nos amputamos a lo vivo al príncipe azul que se nos lleva gangrenando desde segundo de E.G.B…

Nena!

“Nena, te está supurando Una Gran Historia de Amor Imposible absolutamente repugnante del oído izquierdo…”

Y por eso todavía necesitamos pequeños manuales de autoayuda como este. Porque aunque todo esto sea, en gran parte (vale, en su mayoría…), una simplificación barata, puede que haya algo de cierto en las premisas que plantea esta peli de 2009 que, la verdad, había olvidado hasta tal extremo que la he vuelto a ver creyendo que me la había saltado:

[Pero la inclusión de esta canción de Keane en su banda sonora la hace, de alguna manera memorable, así que he decidido dedicarle unas líneas…]

A él no le importas si…

  • …no te llama: ¿Por qué las chicas siguen cimentando los pilares de su autoestima en si le interesan o no a tíos mediocres que no tienen nada que aportar a sus vidas sólo porque salieron una noche juntos o se acostaron con ellos o lo que sea, especialmente cuando esos tíos ya las han olvidado??? Es hora de que nos liberemos del patético miedo al rechazo que acaba siendo una profecía auto-incumplida cuando nos empeñamos en que nos importen más aquellos que nos desprecian. Patético.

Creo que la peli acierta cuando dice que si un tío no te vuelve a llamar es que no le interesas lo más mínimo. Los Hombres de Verdad superan su timidez, sus traumas o todos los malentendidos que un guionista malévolo pueda pergeñar y luchan por lo que les importa. Ellos (y en esto deberíamos imitarles, o al menos intentarlo) no se enamoran cada 10 minutos como si fuera la primera vez. Pero cuando se enamoran suele ser de verdad y para siempre. Lo difícil es encontrar un Hombre de Verdad, así que cuando lo encontréis, no le dejéis escapar porque tenga un “demasiado personal concepto de la moda” (o paparruchas semejantes) u os arrepentiréis!!

Y ¿qué me decís del tema de las señales??? Por el amor de Dios, si las mujeres parecemos zahoríes videntes en una peli de Shyamalan! Que no digo yo que no tengamos un sexto sentido, el problema es saber distinguir donde acaba nuestra intuición y donde empieza nuestra imaginación…

No means no!

“…Y cuando un tío dice “no”, en realidad quiere decir “no”. Alucinante, verdad?”

  • …si se acuesta con otra: Soy muy consciente de las singularidades de cada individuo y situación. Nada humano me es ajeno y todo lo que queráis, pero sea como fuere, muy buena señal no es… ;p

Ah, y otra cosa: Si un tío casado está llevando una doble vida manteniendo una relación paralela con una de vosotras, es bastante improbable que una mañana se convierta en un Hombre de Verdad y deje a su mujer (o que si lo hace no os lo acabe reprochando).

  • …no se acuesta contigo: Aquí no hay lugar a dudas. No le interesas en absoluto. Si te hayas en esa situación, pregúntate si eres un pernocta sin sexo o si estás en el anzuelo de algún/a listillo/a…

  • …si no se casa contigo: Aquí debo discrepar. Personalmente no creo en el matrimonio ni estoy obsesionada con el tema de las bodas, los vestidos blancos y las tartas nupciales. Por otra parte también estoy de acuerdo con la peli en que ningún hombre quiere casarse (ni entiendo porqué habrían de quererlo) y me consta que el hecho de ponerte un anillo en el dedo no significa que la relación será mejor ni más auténtica.

Un marido es ese hombre que está a las duras y a las maduras. Ese hombre con el que puedes contar y sí, ese hombre que friega los platos o te hace la cena cuando has tenido un día horrible. Un marido no se fabrica en un día con la firma de un papel sino que es algo que se forja poco a poco y se demuestra día a día.

A los Hombres y Maridos de Verdad.

Gigli (Martin Brest, 2003)

Gigli

Parental Advisory

Warning: Este post contiene un montón de lenguaje obsceno y mal sonante. Lo siento, he tratado de evitarlo pero me temo que no ha sido posible ya que esta peli es una PUTA MIERDA…

Y es que si se trata de ver comedias románticas malas, vamos a ahorrarnos el via crucis y lleguemos directamente a la peor: es tan mala que la he tenido que ver tres veces; y no porque no no me lo creyera, sino porque me aburría tanto y era tal el sinsentido y la vergüenza ajena, que me evadía y perdía el hilo (de los cojones…)

Pertenece, como he leído por ahí y me ha encantado, a la categoría de “mira a quien me follo”, es decir, pelis que hacen parejitas de Hollywood para presumir de su amor y de lo buenos que están y que los demás gilipollas del planeta nos muramos de envidia pensando en cómo se lo montan. En este caso el cara de culo de Ben Affleck y la culo de cara de Jennifer Lopez, que, no contentos con perpetrar esta patética chufa (considerada la peor película de 2003 y también la peor comedia romántica de la historia según una encuesta que se hizo el día de San Valentín, menos mal que pilló a la gente con el espíritu amoroso activado, que sino los linchan…), al año siguiente compartieron cartel también en “Una chica de Jersey” de Kevin Smith (otro que tengo en mi lista negra de directores que últimamente no hacen nada que sirva junto con Tim Burton y los hermanos Cohen).

Pa matarlos

Dios el día del juicio final: “No sé como castigaros después de esto, francamente, así que, por de pronto, a J-Lo no dejará de crecerle el pandero y a Cara de Culo, la cabeza. Por toda la eternidad… Amén. ¡El siguiente! Joder, es Kevin Smith por ese truño de “Jay y Bob”. Me piro a comer…”

Un cotilleo: a pesar de haber roto hace cantidad de años se llevan muy bien y parece ser que Ben está ayudando mucho a Jenny superar su ruptura con el grimoso Anthony. No sé que tal le sentará eso a Jennifer Garner (¿es que este patán no sabe echarse novias con otro nombre???) pero hay rumores de reconciliación. A mí me da igual, mientras no se les ocurra hacer otra película juntos…

Él es el Gigli del título, un mafiosillo de tres al cuarto con pinta chulo-putas (vamos, como suele vestir Affleck en sus pelis, que no sé porque tiene este tío esa querencia por las chaquetas de cuero de padre de los noventa y los chándal de jubileta tunero) al que le han encargado un trabajito secuestrando a un retrasado mental (no sé cómo se dice esto en plan políticamente correcto pero conformaros con que no haya dicho “un tonto la polla”…), interpretado burdamente por Justin Bartha. Ella es otra mafiosa, una tía muy misteriosa y como imbuida de una sabiduría cósmica (apuesto a que ponía esto en las notas del guión…) con la que tendrá que compartir el encargo, lesbiana para más señas. Pero no lesbiana lesbiana, no. Lesbiana de esas que “necesitan un buen pollazo” (también en las notas del guión, por lo que se ve…).

El polvo vestido (sí, es por El almuerzo desnudo...)

“Me van los chichis pero ya se sabe que las lesbianas somos unas descerebradas y no sabemos lo que hacemos…”

Para rematar la faena tenemos a Christopher Walken y Al Pacino, llevando a cabo, sin lugar a dudas, las peores interpretaciones de sus carreras: pasados de rosca y caricaturizados (por sí mismos, que no parezca que le echo la culpa al director…). En el caso de Walken, todavía no sé que coño pinta su papel en toda esta historia (¡y la he pseudo-visto tres veces!).

Si no es que lo diga yo… Juzgar vosotros mismos si esto es de recibo. (Y no os perdáis el video siguiente, que es lo que me gustaría hacerle a mí a Pacino).

Además de que la historia es una soplapollez como un camión cisterna lleno de orín, los diálogos dan risa, pero de la mala. Todos se dedican a soltar unas parrafadas supuestamente profundas pero tope ridículas, por no hablar de que pretende sentar cátedra sobre temas de sexo y después tiene la escena de cama más insípida jamás vista y la actriz/cantante/bailarina/productora/diseñadora parece que tiene el batín ese pegado al cuerpo con Loctite…

Es penosa. Pero yo os diría que la vierais porque una cosa tan cutre y tan mal hecha no hay que perdérsela! Os dejo la crítica de un tío llamado Luke Lewis que me ha hecho bastante más gracia que la peli en sí…