En el diván con Madonna: Do you believe in love? Cause I got something to say about it…

[Lo de siempre: no me hago responsable de los cabreos que os agarréis cuando leáis esto y bla bla bla…No, en serio, esto va a doler…]
Criaturitas celestiales

No es que os haya abandonado en este mundo hostil y cruel (ya sabéis que normalmente yo sólo dejo mi rancho ficticio de Connecticut para ir de compras por Rodeo Drive en L.A. o quedar con Susan en el Salón de Té Ruso de NYC para despellejar, digo comentar, las carreras de nuestros estimados compañeros de profesión…) sino que tenía la necesidad imperiosa de pasar la ITV de este mi cuerpo serrano, y ya no se recupera una tan fácil de las operaciones de estética como antes…
Estaba yo ordeñando vacas (no sabéis lo polivalente y apañá que soy, que lo mismo gano un Emmy que asisto el parto de un ternero) y, por una extraña asociación me he puesto yo a pensar en eso del amor. No mucho rato, que os he dicho mil veces que si pienso mucho se me estropean las mechas, pero he sacado algunas conclusiones intrascendentes y totalmente absurdas de esas que no le van a servir a nadie, pero como el alquiler de Blogger lo pago yo (que soy la solvente, porque la niña muchas trascendencias, pero ná de ná…), pues digo lo que quiero, aún a riesgo de seguir recibiendo críticas (yo, ya me conocéis, me crezco en la adversidad, que si no me he muerto con lo que se dijo de mí con «La isla de las cabezas cortadas» es que soy inmortal…)

No sé por qué los videos salen negros, pero si hacéis click sí que funcionan… y hablando de negros, necesito uno que me arregle los formatos, porque mi talento se está desperdiciando en estas menudencias…

Frozen

You’re frozen when your heart is not open…
Esta maravillosa canción con gozosos arreglos de William Orbit se la dedico, para empezar, a todos aquellos profesionales del «estar muertos por dentro» (que no sabéis como se está reproduciendo últimamente en mi entorno esta subespecie de patéticas criaturas) y también a los que no creen en la pasión o reniegan del amor por su caducidad: a la Ciccone le gustaría derretir vuestro corazón, pero yo lo que haría es partiros la cara, sin concesiones.
Algún día no muy lejano, cuando seáis viejos y olais a pasas como el Sr. Friediksen os acordaréis de esto y os pondréis muy muy tristes. No os preocupéis, no será tarde, podréis coger a la primera anciana venerable y desdentada que os encontréis en la residencia y demostrarle que todavía os queda un ápice de vida. Tened cuidado a ver si os la cargáis con toda esa pasión reconcentrada.
Express Yourself

Don’t go for second best, put your love to the test…
Este clásicazo de 1989 habla de un principio fundamental: en el amor nunca hay que conformarse con menos que ser the one and only. ¿Es que esto hay que explicarlo más? Todos merecemos ser venerados, adorados e idolatrados, eso sí, sin necesidad de que nos miren como princesas cuando eructamos (jo, el que se acuerde de qué peli es eso que me lo diga, que no me sale en Google…)
Y si no es posible, siempre estaréis mejor on your own, hasta que alguien se dé cuenta de lo que realmente valéis y os aprecie con todos vuestros vergonzosos defectos (porque apreciaros por vuestras fascinantes virtudes no tiene ningún mérito, queridos…)

She’s not me

I know I can do it better…!
Pero si alguien sigue empeñado en haceros creer que hay otra persona que vale más que vosotros, nunca lo créais: simplemente será un opinión. Vuestro valor intrínseco no depende de nadie externo a vosotros mismos, de lo que os quieran u os dejen de querer.
Hallad en vuestro interior el tesoro de vuestra inalienable unicidad y nunca dejéis que nadie os lo robe. Y así lo dice la palabra de Dios en el estribillo de este temazo ultrasónico del álbum Hard Candy que cada día que pasa me gusta un poco más:
She’s not me
She doesn’t have my name
She’ll never have what I have
It won’t be the same
Y el que no lo quiera, él se lo pierde!!
Me voy, que me canso de ser tan sabia y tengo que preparar un apple pie.

La dueña de este blog no se hace responsable de las atrocidades cometidas en su ausencia por esta otra terrorista del verbo. Desde donde se encuentra sólo puede advertir que el contenido de esta entrada puede herir sensibilidades y… relajarse y disfrutar!

Pequeñas florecillas:

¿Sentís como cada día se viola vuestra identidad en trabajos en los que os da la sensación de estar permanentemente instalando retretes en la segunda Estrella de la Muerte?

¿Vuestra vida amorosa es un via crucis que me río yo de la bajada a los infiernos de Dante Alighieri (vamos una epopeya alegórica escrita en tercetos encadenados en la Edad Media y encima en italiano, como para entender algo…)?

¿En esta vida loca estáis más incómodos que el polvo piscinero de Showgirls (que yo lo dejo aquí para el que no lo recuerde –definitivamente NSFW!!-, pero que no lo voy a visionar porque me pasa como con “El gran azul”, que aguanto la respiración y me planto al borde del desmayo)?

En resumidas cuentas ¿os sentís tan fuera de lugar como una jovencita pija judía de los 60’ llevando una sandía a la fiesta clandestina de empleados de Kellerman?

Para no iniciados (y admiradores de las caderas de Patrick) dejo la secuencia completa, que es un placer para los sentidos en esta mañana de frío invierno…

El caso es que ya no tenéis que sentiros así nunca más, porque no dejaré que nadie os arrincone…

Y para ello vamos a contar (como os adelanté en mi primer post) con la inconmensurable sabiduría de Mads (es como Guy Ritchie llamaba a Madonna en la intimidad… que así hablando de todo un poco, ¿soy yo sola o este tío tiene toda la pinta de ser un Follador Justiciero…?) que a lo largo de tres décadas nos ha estado perfilando el camino de la reafirmación personal, a la vez que nos mostraba la tortuosa senda de la moda pop (tanto en su vertiente musical como estilística).

Que conste que hoy día es bastante fácil descubrir que los temazos de la Ambición Rubia tienen respuesta para todo: tenemos una cosa divina que se llama Internet donde están colgadas todas las letras de las canciones que en el mundo han sido.

Pero para los que teníamos el “Vogue” grabado de la radio en una TDK y teníamos que tirar de cascos, rewind y un cuaderno (y de nuestros rudimentarios conocimientos de inglés de colegios proletarios con nombres de mártires del franquismo) para descubrir los mensajes “ocultos”, era todo un logro y un orgullo pronunciar con total determinación cosas como:

Greta Garbo, and Monroe
Dietrich and DiMaggio
Marlon Brando, Jimmy Dean
On the cover of a magazine

El principal problema sobre el que se sustentan todos los demás suele ser una baja autoestima. Si hay mañanas en las que al mirarte al espejo, en lugar de ver a la maravillosa y única criatura que eres, sólo ves un horroroso mono-rata de Sumatra, ten cuidado porque se te puede ir la mano con la base de maquillaje, cuando lo que te tienes que retocar un poco es el alma antes de enfrentarte al mundo.

Y mentalizarte de que, pase lo que pase y digan lo que digan, you’re quicker than a ray of light… que no sé muy bien lo que significa, pero que no puede ser malo, ¿no? ;P

Que paséis un glorioso día hoy…

Geena’s corner

Geena Davis
Queridas amigas (que tengáis las gónadas externas o internas a mí me es indiferente…):
Nuestra pequeña Monidala se ha cogido unas vacaciones blogueras (algo me ha dicho la niña de una crisis de inspiración o no sé qué, que mira que le he dicho que tanta inspiración es mala, que luego va una y se hiperventila, pero ella ni caso…), por lo que no va a publicar entradas en una temporada y tampoco saldrán de sus teclas comentarios para vuestros blogs o vuestras gilifrikadas varias del Facebook (del Twitter ni hablemos, que eso es pecao).
Me ha pedido que os aclare que, por supuesto, seguirá leyendo con deleite todas y cada una de vuestras absurdas paranoias, digo… vuestras interesantísimas aportaciones a la cultura popular o al humor, pero me ha dejado a mí encargada del chiringo, así que si algo se ha de comentar, lo haré yo.
Teenager
Qué me gusta una regresión a la adolescencia, oye…
No esperéis sesudas reflexiones por mi parte, que yo no he sido nunca muy de pensar, no sea que luego me pase como a un tío de my dear dear Vince, que el pobre se murió de listo. Una muerte infame y desprovista de glamour. Vamos, una cosa horrorosa que no pega con nada…
No os extrañe si me burlo con sorna de vuestra idolatría por “Juego de Tronos” (yo es que soy más de “Santa Bárbara”, que queréis que os diga…), si no comparto esa irrefrenable necesidad de adoptar a un zombie (que no digo yo que no tenga su gracia, pero que mira que niños más monos se traen los Brangelina, que parecen de Benetton y ni se les caen los pellejos, ni nada…) o si resulta que disfruto con los videos bizarros de los que nos surte cierta loca divina, aunque sean para echar la bilis…
Tengo la intención de utilizar esta oportunidad para volcar mi profunda creatividad, pero claro, como soy de natural frívola y voluble, mi ritmo de posteo será más bien sincopado y exento de presiones. Estoy pensando en escribir una serie de entradas basadas en un nuevo y revolucionario método de autoayuda a través de las letras de las canciones de Madonna, pero no prometo nada que la disciplina no es mi fuerte.
Horror!
Como nueva Ama del Calabozo me ofrezco a daros los azotes que necesitéis. Si es que soy todo corazón…
Ahora que estoy viendo esto, yo lo customizaría un poco a mi estilo: unos claveles, un poquito de oro, una cerámica de Talavera, unas canciones de Mari Fé de Triana, vamos, lo que viene siendo una decoración kitsch-barroca para ponerse en situación… Lo que pasa es que como le toque algo a la niña, cuando vuelva me da una paliza que me deja más despeluchá que un loro matao a escobazos, así que me tendré que adaptar a lo que hay (cuanto daño ha hecho el feng shui al interiorismo moderno…).
Y sin más os dejo, que tengo que salir y mi cara requiere ya de mucho trabajo de chapa y pintura (ay, qué mal estoy llevando la menopausia…).
Vuestra siempre,
Geena
P.D. Susan, que le digas a la Paris y a la Linsey ¡que me he hecho bloguera! Aunque no sé pa qué, si estas no saben leer y seguro que se creen que es alguna peversión sexual y se me presentan por aquí sin bragas… Uy, no no, déjalo, a ver si me la lían parda (aunque habló de puta «La Tacones», pero bueno…).