Exposados (Andy Tennant, 2010)
17 agosto, 2011 5 comentarios
No sé si esta sobredosis de comedia romántica no me estará convirtiendo en una cínica recalcitrante, como si tanta noñez y mensajes de “el amor verdadero puede con cualquier adversidad” me estuvieran vacunando, o si simplemente se llega a un momento en la vida en que las experiencias te hacen perder la fe para siempre…
Sea como sea, y después de este momento íntimo entre vosotros y yo, os diré que esta película tampoco ha encendido la llama de la esperanza nueva y eterna en lo que a Hollywood se refiere: no hay manera humana de ver una comedia nueva, original, con chispa. Ya no se hacen comedias como las de antes, algo que trascienda la pura comedia y el mero romance, algo como “Las tres noches de Eva” o “Mi desconfiada esposa”…
“Sí, tengo más de 40 años, pero cada vez que envidiéis mi cintura o mis piernas, os ruego recordéis que no me he comido una buena hamburguesa con queso desde 1991.”
Aquí con lo que nos encontramos es con una cierta química entre Gerard Butler y Jennifer Aniston (aunque tampoco sé yo si es química o el cariño que le tengo a la Siempre Rachel y al efecto que tiene sobre mí esa media sonrisa embriagadora con la que el escocés adorna (y cómo) esa cara de bestia parda y que insinúa su capacidad para levantar a una mujer y echarle un polvo épico contra la tapia de un callejón oscuro…) y con un pastiche de cosas sacadas de (o al menos yo las vi por primera vez en) “Los 39 escalones” de Hitchcock (sólo que allí los protagonistas estaba esposados literalmente el uno al otro y había más tensión sexual en un fotograma que en toda la filmografía de Tennant -aunque tengo que decir que este director especializado en comedia romántica tiene algún título que está entre mis favoritos como “Sólo los tontos se enamoran” con el Siempre Chandler, o “Hitch”, que es ligeramente original…- ) o en la ochentera “Dos pájaros a tiro”, en las que se mezclaba la comedia romántica con el thriller y había interesantes cantidades de acción para mantener a los protagonistas en peligro constante, que ya se sabe que es la cosa que pone más cachonda del mundo a la gente…
“¿No hueles a gas? ¡Pero no pares hombre, que creo que estoy a punto…!”
Lo que me escama es que me parece que en el fondo no se trata más que de otra remarriage comedy (si algún día consigo terminar el tercer post de mi tesis sobre la comedia romántica os hablaré de este asunto) y me pregunto si no estaremos viviendo otra era de represión y nos intentan lobotomizar de nuevo con aquello de que “el divorcio es malo” o si ese género ya tiene su propia entidad independientemente de la coyuntura social.
El resultado, sin embargo (me refiero a pesar de los interesantes referentes), es que se ha desaprovechado tanto a los actores como las situaciones que se podrían haber creado. La parte thriller es aburrida y no tiene interés. La parte cómica carece de gracia y en cuanto al romance, es bastante plano, con escenas previsibles y falta mucha electricidad. Resumiendo: es un “sí, pero no”.