Susan, que he llegado bien!

Ainssss Susan… qué bonito es empezar la semana en modo Sue Ellen meets Barney Stinson, aprovechando el supuesto horror-en-el-hipermercado/horror-en-el-ultramarinos de una reunión a las 17:30 en Mordor, para convertirlo en una velada de las nuestras. Y es que si la vida nos da limones, nosotros los ponemos en los gintonics y volvemos loco al camarero (alma de Dios) buscando la ginebra adecuada! ;p

Como Account Managers no sé si triunfaremos, ahora como dúo electro-pop trash lo vamos a petar con nuestro nuevo EP “Qué nos gusta una reunión, un traje sastre y un tacón”.

Luego había que volver a casa y, ya me conoces, me he puesto de morros con el TomTom porque eso no era una ruta, eso eran Las Doce Pruebas de Asterix! En la M-30 (también conocida como un Agujero en el Espacio-Tiempo) de entrada se pierde la señal del satélite y yo allí más perdida que Jennifer Connelly  “Dentro del Laberinto”, que si me llego a encontrar a David Bowie marcando paquete no me habría sorprendido, vamos… Luego unos cruces de carriles que eso no es de recibo… Como pille a alguien de Fomento lo crujo a palos!

Pero finalmente, he conseguido llegar sin incidentes!

En cuanto a RiRi, cada día me convence más esta chica… Como no sabía si preferías la versión de día o la de noche te pongo las dos (porque nosotras somos nocturnas, pero esas medias furcia tampoco las podía dejar pasar, tengo que ver cómo me agencio unas… ). Totally agree en que es un temazo y te advierto que da para un mash up con eso de Morrissey que hemos hablado… ;p

Pues nada, a ver cuando abrimos hueco para una noche a tumba abierta porque con este rollo “Tú a Boston, Yo a California” que nos traemos parecemos azafatas con la maleta hecha todo el día!

Always yours,

Geena

Sexología para Dummies: Male Fatalest Error

Me vais a permitir que hoy le cedamos este espacio a una gran amiga de toda la vida, la Dra. Beach. Reputada sexóloga de salón, su experiencia viene abalada por millones de tertulias y “momentos terapia” con cientos de  mujeres y algún que otro hombre y sus conocimientos sobre las relaciones y la guerra de sexos provienen de lugares de académico y rancio abolengo como Sexo en Nueva York o las novelas de Marian Keyes o Sophie Kinsella. Vamos, una eminencia…

Nos quiere hablar del peorcísimo error que puede cometer un hombre en los primeros días de su relación con una mujer, aquello que puede ser la cagada definitiva y que sin duda va a  precipitar las cosas hacía territorios de terror extremo. Las autoridades deberían alertar sobre ello, pero como hasta ahora no era tan corriente, parece que se está dejando a ambos sexos a merced de esta recientemente extendida epidemia sin ponerle remedio antes de que se convierta en un grave problema de salud pública.

Para que ellos lo entiendan fácil (os cuesta, os cuesta, lo tenéis que reconocer…) tenemos que hacer un ejercicio de introspección: vamos a visualizar a dos personas del sexo opuesto en una primera cita. Kevin y Jennifer (estamos en EEUU o en Fuenlabrada, ahí ya como queráis) han quedado después de bastante flirteo y miraditas en el lugar X en que se conocieran. La cosa va sorprendentemente bien, la conversación fluye con facilidad, se ríen juntos, tienen cosas en común… en resumen, que hay química. Ambos luchan por disfrutar del momento tratando de mantener sus respectivas expectativas controladas, lo normal en estos casos. Imaginemos ahora que Jennifer decidiera pronunciar en ese momento la improbable frase: “Yo es que siempre he sido muy de follar…” (Improbable que la pronuncie, porque Jennifer de verdad es muy de follar, vamos, como todos los humanos sanos y normales, por otra parte, lo digo para la tranquilidad de algun@s).

No hay que ser urólogo para saber lo que podría suceder en ese momento. Superado el cortocircuito cerebral inicial (y el momento bebida saliendo por la nariz con atragantamiento y riesgo de muerte), lo más probable es que el pobre Kevin fuese, a partir de entonces, incapaz de descifrar una sola palabra más que saliera de la boca de su partenaire y que gran parte de su caudal sanguíneo quedara concentrado en salva sea la parte. ¿Podríamos culparle si se dejase llevar por su ancestral instinto de preservación de la especie y entendiese la frase como una señal más clara que una flecha de neón con la leyenda “Insertar aquí” en la entrepierna de la insensata Jennifer? Siendo justos, yo diría que no.

Ahora volvemos a imaginar la misma estampa bucólica de primera cita exitosa pero en lugar de ser Jennifer, es Kevin el que pronuncia la improbable frase:  “Es que yo siempre he querido tener hijos”. (Improbable pero creedme: está pasando; no es como los vampiros o los zombies que mucha amenaza pero luego nunca llegan y os advierto de que vuestra incredulidad os pone en serio riesgo!!).

Cataclismo nuclear mental. Y mientras Jennifer intenta recomponerse del seísmo gritando mentalmente “Def Con Dos!!! Def Con Dos!!!”, el daño ya está hecho: el útero ha tomado el control.  Si no os parce aterrador, dejadme que os presente a este órgano femenino: Quizá alguna vez hayáis oído hablar de las vaginas dentadas. No son nada. Son los esbirros cuyos hilos mueve il capo di tutti capi. El útero es el parásito definitivo y es, con respecto a la mujer que lo hospeda, “el jefe de todo esto”.

No exageraríamos al decir que el útero es un Terminator T-100 programado con un único objetivo: engendrar. Y para ello se prepara concienzuda e incansablemente cada puto mes desde la menarquia hasta el climaterio. Así que si una mujer es fértil desde los 14 años hasta los 50, eso querrá decir que su útero se habrá acicalado para ser polinizado unas 432 veces. Imaginaos la de decepciones que ha recibido… A que ahora sí que estáis acojonados?

Incluso las mujeres que ya son madres y que racionalmente no sienten la necesidad de volver a serlo son potencialmente  manipulables desde su matriz, porque el útero no descansa hasta el último óvulo y su necesidad de mejorar la especie es tan reptiliana como la que impulsa a los varones a esparcir “lo suyo” all over the place.

¿Podríamos por tanto culpar a Jennifer de sufrir a partir de ese momento comportamientos maníacos y de prácticamente necesitar un exorcismo? El que se atreva a juzgarlo, que tire la primera piedra.

En fin, por la salud mental de nuestras mujeres, se ruega a los hombres aguantarse las ganas de comentar los asuntos de su paternidad frustrada en la medida de lo posible para evitar una ovulación en masa tan potente que podría llegar a hacer que el ser humano se reprodujera por esporas. Y  no sé si a los úteros les iba a gustar que les dejáramos de lado…

Por la Doctora Sylvia Beach

Sombras Tenebrosas (Tim Burton, 2012): Ya estás muy vista Timotea, hija…

Se veía venir desde el estreno, pero aprovechando su salida en DVD y su disponibilidad en calidad fetén (sin pagar, claro: FBI, ven a buscarme!!!!) me he tragado (más bien atragantado con) la enésima versión de la misma película con la que nos lleva “deleitando” el plasta de Burton desde hace ya más de 20 años.

Quien me iba a decir a mí en los tiempos en que le idolatraba por su original modernidad que saldrían estas palabras de mis dedos: Timoteo, ¡estás más visto que el TBO!

Otra vez se nos pone en plan nostálgico y nos saca a colación esos temas que le encantaron/traumatizaron en su infancia, otra vez con su rollito neo-gótico a la par que hiper-pop, oootra vez con música de Danny Elfman (éste señor se está ganando el cielo…), y sí, oooooooooooooooooootra vez con Johnny Depp haciendo de Johnny-Depp-en-una-peli-de-Burton y con la aborrecible Helena Bonham Robamaridos Carter, a la sazón Mamarracha de lo Que Llevamos de Dédaca según los prestigiosos Premios  Aberración a la Moda de El Club Pickwick.

“Coño! Se me ha ido la pinza y no me acuerdo en qué peli de Burton estoy… Bah, da igual, ¡pondré la misma cara de siempre!”

Ahora que estará  a punto de seguir dando el coñazo con otro déjà vu estrenar “Frankenweenie” (según nuestro enviado especial a la Comic-Con –cuya crónica seguimos esperando, ejem ejem- se presentó allí, así que es cuestión de tiempo…), ésta peli también me parece, sin reflexionar demasiado, que está hecha con los deshechos de obras anteriores como “Bitelchús” (la hija taciturna, por ejemplo),  “Eduardo Manostijeras” (aunque aquí cambia el rollito sixties por seventies),  “El Jinete sin Cabeza” (Depp parece el mismo personaje, ¡por el amor de Dios!) o “La Novia Cadáver” (pues, ¡la novia cadáver?).

Como no tenía bastante con fusilarse a sí mismo, para mí que se “ha inspirado” bastante en el “Drácula de Bram Stoker” de Coppola (a lo mejor me diréis que tiene lógica ya que Barnabas es un vampiro, que su historia de amor esté basada en la de Drácula y Mina pero a mí me ha olido todo mucho al imaginario que creara el italo-americano), en “La familia Addams” de Sonnenfeld, especialmente la segunda parte (el personaje de la bruja me ha recordado mucho al que hiciera con mucha más gracia Joan Cusak como niñera-viuda negra en casa de Gomez y Morticia) y hasta en “La muerte os sienta tan bien” de Zemeckis (¿o no os lo ha recordado la pelea final??).

“Sí, te habla Michelle Pfeiffer. Lo que pasa es que llevo botox hasta en el chichi y como ya no puedo gesticular, he aprendido telepatía.”

Aunque el hecho de que todo huela a refrito y ya visto no es lo peor del asunto. Ni siquiera que sea ultra predecible. Tanto, que adivinas todo lo que va a pasar desde tres secuencias antes y me ha puesto de infinita mala leche saber hasta cuál iba a ser el último plano (aunque sí le he de reconocer cierta originalidad o atrevimiento en la forma cómo remata la historia de amor de la pareja protagonista).

Lo peor del asunto es que es suuuuuuuuuuuuper aburrida y no tiene ningún tipo de tensión argumental. Para colmo tiene la misma gracia que la Bonham Carter sexappeal. Resumiendo, que es un tostonazo que se me ha hecho interminable y se adentra un paso más en la decadencia de la filmografía de Burton (y con lo que habrá costado todo esto!!).

Ichimei (Hara-kiri: Muerte de un Samurai, Takashi Miike, 2011)

Me ha sorprendido que ya estuviera disponible en Filmin esta peli que se estrenó en España en agosto. Había leído buenas críticas así que me ha apetecido verla. La próxima vez me meteré las apetencias por donde me quepan porque, Jesús, ¡qué mal rato he pasado!

Y no porque no sea buena, que me ha parecido un peliculón, sino porque es un drama sin concesiones que no deja títere con cabeza y no estaba yo preparada ni de lejos para enfrentarme a esta catarsis de amor, dolor, honor y venganza un día en el que no me he levantado muy fina que se diga…

Claro, eso me pasa por inculta. Porque si hubiera visto el film original de Kobayashi que aquí  “versiona” Miike, no me habría pillado de susto. Y mira que había tenido tiempo, porque data de 1962 nada menos. Tampoco me extraña porque ni soy yo de samuráis, ni he visto mucho cine japonés que se diga, aunque casualmente hace unos días también vi “Koseki (Milagro)” de Kore-eda y bien bonita que me pareció (y mucho más gratificante que esta orgía de katanas, dicho sea de paso).

La historia empieza cuando Hanshiro, un ronin [un samurái sin amo (y por lo tanto, empobrecido)], se presenta ante la casa de un gran clan a solicitar llevar a cabo un suicidio ritual en dicho lugar (esto, desde la perspectiva de un occidental, no hay por dónde cogerlo, pero es que para esta gente el tema de la honra era más importante que para una moza virgen en el Valladolid de los 60′). Entonces le narran la cruel historia de Motome, otro joven que acudió al mismo sitio con la misma pretensión. Vamos, que la peli es, como dirían mis padres, “contada” (que no sé qué prejuicio tienen con esto de los flashbacks pero ya de entrada siempre les parece un handicap, cuando en este caso de todas-todas enriquece la narración y la convierte en mucho más emotiva y orgánica).

Como os he dicho la historia es dura, pero es preciosa y no se la han de perder vuesas mercedes. Está contada con gran lirismo y, a pesar de lo mucho que se sufre, es de ese dolor que gusta, sobre todo para los buenos amantes del drama personal y social (que haberlo, haylo). Los que vayan buscando mucha acción, igual se deberían buscar otro título, aunque de los pacientes es el reino de los cielos…

Inenarrables los últimos quince minutos, que constituyen una de las mayores y más emocionantes demostraciones de Honor que se han visto en el cine.

Brave (Mark Andrews y Brenda Chapman, 2012)

Brave

Teníamos unas ganas locas de ver esta peli, y por fin ha llegado el momento!

Y sí, estoy de acuerdo con los que dicen que no está a la altura de obras maestras como “Toy Story 3” o especialmente “Up”, pero también con los que la describen con adjetivos (bastante femeninos, todo hay que decirlo…) como “deliciosa” o “preciosa”.

Además también me ha parecido divertidísima, ágil y que está llena de personajes entrañables. No es demasiado original, pero sí muy emotiva (vale, es verdad, yo lloro con casi todo lo que me gusta: a ver cómo me las apaño con el mal de Stendhal en Florencia… en fin…).

A pesar de que la modernidad postfeminista haya dicho llegar a nuestras vidas cual primavera a El Corte Inglés, las chicas (mujeres, señoras, niñas, mozas, qué más da…) de hoy día seguimos necesitando historias como ésta en las que se reafirme nuestra capacidad para la independencia y la toma de decisiones sobre nuestra propia vida como individuos completos en nosotras mismas.

Merida

Merida: una chica con una par!

Por otra parte, las complejidades de la relación madre-hija que se exploran en “Brave”, a mi modo de ver de manera certera y lúcida, son un ciclo inevitable y, las que fuimos hijas pero ahora somos madres de niñas-que-algún-día-alcanzarán-la-terrorífica-adolescencia, sabemos que nos encontraremos en la tesitura de lidiar con la necesidad de libertad y rebeldía de esas muñequitas que antes era nuestras sin condiciones y sin cuestionar (bueno, a veces un poco, que las hay tremendas desde pequeñas…) nuestras decisiones maternales, siempre tomadas en aras del “lo mejor para ellas”, cuando en realidad sea “lo que me aporta más tranquilidad a mí”.

Merida y Elinor

“Esto me va a doler más a mí que a ti.”

En cualquier caso “Brave” es una película de animación sobresaliente (a nivel técnico es absolutamente irreprochable: la magnificencia de los paisajes escoceses es tan abrumadora como encantador el diseño de personajes) y entretenidísima, con una historia bonita y tierna que a la vez está llena de un sentido del humor poco sofisticado pero muy eficaz.

Ideal para que la disfruten los críos, es una peli familiar que nos recuerda, especialmente a las mamás, que hay que cuidar los vínculos. A los que vayan buscando una nueva clase magistral de Pixar, el guión quizá les pueda resulta algo flojo: me temo que con “Up” pusieron el listón muy alto.  Pero los incondicionales siempre estaremos ahí porque en lo que hacen jamás faltan deslumbrantes destellos de genialidad.

Otro ejemplo de ello es “La luna”, el impresionante corto que precede a “Brave”. Una auténtica belleza que estuvo nominado este año al Oscar como mejor corto de animación. Hace que merezca mucho la pena llegar a tiempo al cine.

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Por cierto, también deberíais quedaros hasta después de los larguísimos títulos de crédito, especialmente aquellos que no soportáis los cabos sueltos por insignificantes que sean…

Cómo había podido vivir hasta ahora sin… WHOMADEWHO??

WhoMadeWho-Brighter

El flechazo me ha llegado hoy mismo así que apenas sé nada de estos tres daneses locos que se reunieron en 2003 y que hacen ésta música (según la Wiki, “dance punk”, y no me puede gustar más esa etiqueta ^___^).

Me los ha descubierto Siglo XXI porque, aunque no os lo creáis, en ocasiones siento la imperiosa necesidad de escuchar canciones que no contengan la expresión “mamita loca” en su letra…

Además de componer lo que me está pareciendo un musicón, tienen unos videos estupendos. Éste es un díptico titulado “The Pitfalls of Modern Man” y reúne los temas “Runing Man” y “The Sun” y es una chulada gafapástica que describe con sarcasmo esta bonita sociedad nuestra rodeada de vacío existencial en la que ya no sabemos desde qué puto escalón de la Pirámide de Maslow saltar…

Si ya los conocíais, contadme qué os parecen. Sino, también. Si os APTC, vamos… ;p

Buen fin de semana!

Monidala obrera

Me he despertado esta mañana angustiada porque soñaba que volvía a trabajar en una fábrica. No es que lo haya hecho durante mucho tiempo pero en una vida anterior y por tres meses  fui soldadora de componentes informáticos en Irlanda (yo tenía tantas ganas en aquel entonces, a mis ya veintitantos años, de salir de España –casi como ahora- que me hubiera ido a esquilar ovejas si hubiera sido necesario…).

Así que cada día recorríamos en autocar los más de 70 kilómetros que separan Limerick de Fermoy y hacíamos turnos nocturnos de doce horas en una línea en la que mis compañeros ponían piezas en una placa base que después entraba en una máquina que le daba un baño de estaño. Al salir las placas, las soldadoras teníamos que revisar los fallos y separar  las conexiones que habían quedado unidas, etc.

A pesar de que  fue una época de muchas risas, de mucho sueño (del de estar zombi todo el día y de los otros), de (como diría Frenchy) hacer amistades entrañables pero, sobre todo, de empezar con mayúsculas y por todo lo alto la vida realmente adulta haciéndose responsable de tus propias elecciones, decidí que aquel tipo de trabajo era algo que no quería tener que volver a hacer.

Ahora soy otra clase de obrera: una con traje, portátil y Blackberry. Suena mejor pero en el fondo no soy más que un sparring que la empresa pone a disposición del cliente para su desfogue cada vez que alguien la caga. En fin, otro empleo a tachar de mi lista.

De pelo y pluma (¿Cuchara o tenedor?)

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El viernes se estrenó el último montaje de la compañía Tenemos Gato, una comedia integrada en la 8ª edición de Visible Madrid, el Festival Internacional  de cultura LGTB de COGAM FELGTB (al final casi se acaba antes diciendo “lesbianas, gays, transexuales y bisexuales”, pero en fin…).

En este nuevo monólogo, complementario (y simétrico) al que estrenaron en enero (“A bombo y platillo”), vuelven a jugar con las apariencias  a y  diseccionar (más bien desenroscar) ese gran tumor de hoy día (y de ayer, y de siempre, porque quizá sea consustancial al ser humano) que es la hipocresía.

En este caso es Homero Rodríguez quien se encierra con los seis miuras en un soliloquio de una hora de duración en la que ha de meterse en la piel del popular e histriónico colaborador de uno de esos programas que se hacen llamar “del corazón” pero que más parecen de los intestinos.

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“Marica mala yo? Eso es un mito…”

Mejor no contar mucho para no destripar (coño ya con el aparato digestivo…), pero de esta compañía ya sabéis (y si no os lo cuento yo) lo que podéis esperar: ironía (de la fina y de la  sangrante), crítica a todo lo que se ponga por delante (esta vez la tele-carroña no se va de rositas y el esperpéntico retrato en realidad es un espejo que yo hasta creo que se queda corto comparado con la mierda con la que nos salpican las pantallas todos los días durante cuatro horas a piñón fijo –que se dice pronto-), inteligencia (pero sin presumir…), ese hilar fino pero como si no costara que empiezo a pensar que es cosa de los andaluces (los mesetarios somos más graves a la par que evidentes) y humor, sobre todo mucho humor para pasar un buen rato de teatro.

Una comedia para gays y straights que vayan a disfrutarla dejándose fuera la mochila de lo políticamente correcto, haya sido ésta cargada desde Chueca o desde cualquier otro barrio del mundo.

Muchas ganas de ver el montaje de ambas obras unidas: me da en la nariz que va a ser algo muy gordo: un proyecto sumamente original que no va a dar un respiro a los espectadores (espero estar a la altura!).

Si después de leer esto os ha picado la curiosidad, estáis de suerte: “De pelo y pluma” estará este fin de semana (viernes y sábado) en la Sala Triángulo de Madrid. Entradas con descuento, aquí. [Llegad a tiempo y pegar la oreja al programa de radio que se emite justo antes de la función porque también es memorable!]

Dedicatoria especial de un sábado especial: “This Is What Makes Us Girls” (Lana del Rey)

Peques

Hoy es el cumple de una amiga que lleva en mi vida (con intermitencias, pero lo que importa es hoy y ahora está muy presente) desde que las fotos a lo Instagram eran “lo que había” (en esta concretamente estábamos en el cumple de otra de las que constituye el núcleo duro de la pandi de ayer y de hoy, así que esta foto es poco menos que leyenda!!).

No me puedo poner muy sentimental si no quiero que me de una colleja, pero sólo os diré lo que ya sabéis: que no es nada fácil en esta vida dar con alguien que DE VERDAD entiende lo que quieres decir cuando lo dices. Así que poder disfrutarlo desde una edad en la que todavía ni tú mismo lo entendías ayuda bastante!

Felicidades, mujer viajera, cada día mejoras y ahora que inexorablemente vamos pasando de Crianza a Reserva, nos queda lo mejor de la vida y además ahora sabremos disfrutarlo!

Dedicatoria de los viernes: “Come Into My Life” (Gala)

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En otra dimensión hay un lugar en el que las personas pueden ser quienes realmente son, sin caretas, sin armarios, sin hipocresía ni doble moral.

Las abuelas neonazis se abrazan con oseznos letherianos en clase de macramé y las punkys a lo Lisbeth Salander se reúnen en Wall Street con judíos ortodoxos para decidir el futuro de las grandes corporaciones.

Una drag queen full time de dos metros es la presidenta de la comunidad de vecinos y está el edificio como nunca de relimpio y de apañao. O no. Pero no pasa nada…

Los toreros maricas les brindan toros robóticos a sus maridos (mantilla opcional) y las prostitutas dirigen los sindicatos para que a los trabajadores no les joda ya ni Dios.

Los niños aprenden que la familia es todo aquel conjunto de personas desde 2 a infinito que se caracteriza porque sus miembros se quieren y se cuidan entre sí. Y punto. Ah sí, y que las peras y las manzanas son frutas que se comen, que bien ricas que están!

Ya no hay minorías: mujeres, negros, inmigrantes, pobres, registradores de la propiedad… Hay personas. Y cada una con su única individualidad es respetada y amada por sí misma y no por el saldo que arroja su cuenta corriente. Y al que no le guste que no mire!!

Este lugar está ahí al lado. Sí hombre, ¿no lo veis? Sólo tenemos que saltar al otro lado del arco iris…

Feliz Orgullo Gay

Feliz Orgullo Humano!